La NASA comenzará las pruebas funcionales de alto voltaje en tierra de su primer avión totalmente eléctrico, el X-57 Maxwell.
El aparato realizará vuelos para ayudar a desarrollar las normas de certificación de los nuevos aviones eléctricos.
La agencia también ha señalado que estos trabajos ayudarán al desarrollo de tecnología silenciosa, eficiente y confiable para el uso rutinario de aeroplanos de este tipo.
La fase de pruebas considera la utilización de un sistema de baterías como fuente de alimentación de alto voltaje en las primeras sesiones de vibración terrestre.
Estas son efectuadas en el Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la NASA (GVT), en California.
Las pruebas son clave para examinar y validar la estructura de integridad del avión frente a las condiciones de vuelo, y para comprobar si es capaz de mantenerse íntegro luego de someterse a condiciones bruscas en tierra.
“Muchos de los miembros del equipo que operan esta prueba serán los mismos que estarán sentados en la sala de control para el vuelo, y por eso estoy emocionado”, explicó Sean Clarke, investigador principal del X-57 de la NASA.
“Hemos cambiado una esquina del diseño del sistema y las pruebas de laboratorio, a entregarlo a los ingenieros de operaciones y sistemas de vuelo de la NASA para que realmente operen el vehículo. Lo que están aprendiendo en esta prueba, lo llevarán con ellos a la sala de control para el primer vuelo”.
La agencia también ha explicado que es probable que las pruebas comiencen a baja potencia para comprobar las secuencias de arranque y apagado, además de verificar si el nuevo software arranca y controla los motores como se espera.