Una de las principales dificultades para que una tabla tipo hoverboard —como la de Back to the Future— pueda existir tiene que ver con las propiedades de la Tierra. Fuera de la ficción de las películas de los ochenta, la realidad dice que la gravedad del planeta hace que un aparato como tal sea imposible.
Pero en la Luna la historia podría ser diferente. Por ello, un grupo de científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts diseñó un pequeño vehículo flotante, con forma de platillo volador, que aprovecha la falta de atmósfera en la Luna para levitar.
Esa carencia hace que la superficie del satélite esté muy expuesta a los rayos del Sol, lo que a su vez “carga” el suelo. Por lo tanto, un material con la carga electromagnética correcta y la masa suficiente bien podría ser repelido desde el suelo y mantenerse suspendido sin caer a una altura no mayor a un centímetro.
El diseño creado por los investigadores del MIT es potenciado por un sistema con pequeños propulsores de iones, que no solo generan la carga necesaria para que el vehículo flote, sino que además complementan la carga natural presente sobre la superficie; de otra manera, suspender la nave sería imposible. Pero pese a ello, una de las ventajas de este esquema es que el consumo de energía del vehículo flotante sería muy bajo.
Sin embargo, por ahora esta suerte de nave es poco más que un concepto. Las primeras pruebas se han realizado en entornos simulados dentro de un laboratorio, tanto en vehículos de tamaño real como en maquetas más pequeñas que flotan sobre una mano. Según los científicos, la prueba de fuego para conocer la factibilidad de algo así se tiene que ejecutar en el espacio.