El problema es que el Padre Filipino en cuestión ha sido suspendido después que la diócesis local se enterara de las andanzas del Padre merodeando en dos ruedas por iglesia durante la misa.
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«Eso estuvo mal», dijo la diócesis de San Pablo en un comunicado el martes, y agrega: «La Eucaristía exige un mayor respeto y reverencia. Es el memorial del sacrificio del Señor. Es la fuente y cumbre de la vida cristiana. Es la más alta representación del culto a la Iglesia».
Sí pero, un sacerdote en un Hoverbord… rezando y cantando en la misa de Noche Buena…
«En consecuencia, no es una celebración personal donde uno puede caprichosamente hacer algo para llamar la atención de la gente», continuó el comunicado. Pero sin duda el sacerdote no identificado merece algunos elogios por sus acciones – ver cómo se desliza majestuosamente entre su congregación, controlando el Hoverboard con facilidad y la total confianza de alguien que claramente ha dedicado muchas horas de práctica es digno de admirar. Con tantos videos de YouTube que muestran las caídas de los conductores aprendices, el manejo de la aerotabla por parte del hábil sacerdote debe haberse visto como todo un milagro de Navidad para muchos en la congregación.
De cualquier manera, la diócesis no vio con nada de agrado estas prácticas revolucionarias del Padre en cuestión, y han anunciando que el mismo va a estar «fuera de la parroquia y que pasará algún tiempo apartado para así poder reflexionar sobre lo ocurrido.»
Añadió, «El sacerdote dijo que era una llamada de atención para él; reconoció que su acción no estaba bien y prometió que no volverá a suceder «.
