El cohete SpaceX Dragon, que despegará esta semana, llevará una carga bastante particular. Se trata de unos auricularse de electroencefalograma que formarán parte de un importante experimento en la Estación Espacial Internacional (EEI).
Estos aparatos parecidos a unos cascos tendrán la misión de analizar la actividad neurológica de los astronautas para intentar entender cómo afecta la microgravedad al cerebro. Es una investigación inédita y que resulta importante, ya que aún se sabe poco sobre los efectos de los viajes espaciales en este órgano.
Si bien es muy común que se midan los cambios fisiológicos en los astronautas, desde la frecuencia cardíaca hasta la masa muscular, en la actualidad no hay datos longitudinales de alta calidad sobre los cambios neuronales durante las misiones espaciales.
Se espera que los resultados de estas pruebas ayuden a entender cómo se adapta el cerebro a los viajes espaciales de larga duración.
“En futuras misiones, los viajes durarán mucho más, y los efectos de la microgravedad en el estado de los astronautas tendrán un gran impacto”, explica Yair Levy, director general de Brain Space, la empresa que está detrás de este dispositivo. “Entonces tendremos una herramienta que pueda medir el impacto en la cognición, y podremos inventar herramientas que permitan recuperar la capacidad cognitiva durante la misión”.
Estos nuevos auriculares serán probados en los tripulantes de Axiom-1 (AX-1), la primera misión privada del mundo a la EEI. El innovador sistema utiliza la electroencefalografía para captar las pequeñas señales eléctricas que se producen cuando las neuronas del cerebro se comunican entre sí. Posteriormente, una inteligencia artificial eliminará las señales e interpretará los datos.
Los miembros de la tripulación llevarán el dispositivo durante tres periodos de 20 minutos en los ocho días que durará la misión. Cuando los astronautas estén en la Tierra, nuevamente usarán el auricular para evaluar los efectos posteriores a la microgravedad.