Definitivamente comprar una computadora no debería de ser tomado a la ligera, y es que una inversión de ese tipo debiera entregarte –al menos– unos tres años de buen uso. Si aparte le agregamos que lo que quieres es una PC para videojuegos, esto se complica un poco más. Es muy importante tener en cuenta los aspectos primarios en los cuales debes enfocarte, y aquí te ayudaremos para que decidas de manera correcta.
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Una misma configuración no sirve para todos
La mayoría de los jugadores comienzan con el hardware dentro de una computadora. Llegaremos a eso pronto, pero, antes de llegar allí, hablemos del exterior.
Las computadoras para juegos ahora vienen en muchas formas y tamaños. Hay pequeños sistemas como el Falcon Northwest Tiki, mediatorre como Acer Predator G1 y torre como Origin Millenium.
Los gabinetes pequeños son, bueno, pequeños. Son discretos y se ajustan donde los sistemas más grandes simplemente no pueden. Son ideales para los jugadores que carecen de un escritorio grande o quieren usar la PC en un cine en casa. Sin embargo, irse pequeño puede limitar las futuras opciones de actualización, y algunas computadoras de tamaño medio hacen mucho ruido.
Los gabinetes mediatorre son una buena opción y son ideales para la mayoría de las personas. Son lo suficientemente pequeños como para caber debajo, encima o en un escritorio típico, pero lo suficientemente grandes como para ofrecer capacidad de actualización y enfriamiento aceptable.
Deberás pagar un poco más por los paneles laterales de vidrio y los esquemas de colores elegantes, pero ya sabrás si eso es algo importante para ti y si vale la pena la inversión.
Finalmente, llegamos a los gabinetes conocidos como torre. A menudo son tan grandes que no caben en la parte superior de un escritorio sin colgarse de la parte delantera o trasera. Algunos son tan altos que ni siquiera caben debajo de un escritorio.
Un gabinete torre puede tener un ligero aumento de precio sobre uno mediatorre. Pero, son extremadamente fáciles de trabajar porque tienen suficiente espacio para cualquier cosa que quieras poner en ellos, incluidas tus manos, lo que es muy útil si usas guantes.
Algunos fabricantes personalizados, como Origin y CyberPower, ofrecen una selección de gabinetes durante la personalización. Un modelo torre es el más fácil de tomar y trabajar, asegúrate de conocer sus dimensiones de antemano. Si el espacio de escritorio es importante pero no te sientes totalmente cómodo trabajando dentro de un área estrecha, opta por un gabinete mediatorre.
Hay gabinetes más pequeños, pero son difíciles de modificar, generalmente muy ruidosos, y no necesariamente admiten todas tus opciones de hardware.
Comienza con el corazón: el procesador
Cuando compras una computadora de escritorio para juegos, ya sea una que hayas construido tú mismo, una plataforma gamer personalizada o un modelo prefabricado de Dell o HP, el procesador será la primera especificación que revisaras, y por una buena razón.
El procesador determina cómo funcionará una computadora con la mayoría del software.
La cantidad de núcleos en el procesador es una consideración importante, las opciones oscilan entre dos y 16 núcleos. A menos que tengas un presupuesto extremo, un chip de cuatro núcleos debería ser lo mínimo, para evitar problemas de rendimiento con algunos programas y juegos.
Sin embargo, gracias a los precios actuales, un chip de seis núcleos es una buena opción para comenzar, como el i5-10600K de Intel o el Ryzen 5 5600X de AMD (vienen en el mejor CPU Intel y en el mejor CPU AMD, respectivamente) — las contrapartes de la última generación como el 9600K y el 3600X también son grandes opciones.
Quienes buscan hacer un trabajo mucho más pesado podrían querer enfocarse en un procesador de ocho núcleos o más, dependiendo de lo bien que el software pueda aprovechar un conteo alto de núcleos. Un chip de seis u ocho núcleos es más que suficiente para jugar. Más allá de eso, la cantidad de núcleos importa más en apps como Adobe Premiere y AutoCAD.
Cuando se trata de AMD vs. Intel, AMD tiende a ofrecer un mejor valor en el espectro de precios, ofreciendo más núcleos y desempeño de multihilos gracias a que cada chip disfruta del soporte para multihilos simultáneos. Los más recientes procesadores Ryzen 5000 superan todo lo que Intel tiene para ofrecer en tareas de juegos y productividad.
Sin embargo, volviendo una generación atrás, Intel tiene una ventaja en los juegos. El chip insignia de la compañía, el i9-10900K sigue siendo uno de los mejores procesadores para juegos, pero tiene un alto costo.
La mayoría de los juegos modernos son cada vez mejores al utilizar múltiples núcleos al mismo tiempo. Sin embargo, verás un desempeño casi idéntico cuando son emparejados con el mismo GPU al tiempo que las resoluciones cada vez son más altas. Por eso, en muchos casos, no necesitas un procesador de máxima calidad como un Core i9 o Ryzen 9 para juegos.
Una buena tarjeta de video hace una gran PC para juegos
Si te tomas en serio los juegos, la tarjeta gráfica es donde debes prestar la mayor atención. Es el componente más importante para embellecer tus juegos, arrojar altas velocidades de cuadros y hace posibles resoluciones más altas.
La codificación en los números de modelo cuentan gran parte de la historia, tarjetas con números mayores significan más rendimiento, aunque hay algunas advertencias allí y los modelos overclockeados de socios de GPU de terceros pueden cerrar las brechas de rendimiento entre versiones. La RTX 2060 Super es casi tan poderosa como la RTX 2070 más costosa, por ejemplo.
Comenzando desde abajo, las GPU de nivel de entrada como la AMD RX 570 o la Nvidia GTX 1650 te brindarán un rendimiento decente cuando juegues a 1080p. Si quieres jugar a 1440p a velocidades de cuadro decentes, necesitas algo más potente como la RTX 2060 o RX 5700. De la generación actual, el 360 Ti de Nvidia es la única opción en el mismo rango de precios, al menos por el momento.
Aquellos interesados en juegos 4K o más de 100 f/s (fotogramas por segundo), en cualquier cosa que no sean juegos simples de Esports deberán mirar más alto y profundizar en sus bolsillos. Las tarjetas gráficas de alta gama te costarán mucho, llegando a superar los $1,000 dólares en algunos casos. En 4K, el RTX 3080 de Nvidia y el 6800 XT de AMD son las mejores opciones.
Tu tarjeta de gráficos es el elemento más importante de tu PC si tu actividad principal son los juegos. Aunque las tarjetas de la más alta calidad muestran rendimientos decrecientes — el precio es de alrededor de los $400 dólares, que es el punto donde se encuentra el RTX 3060 — de todas maneras muestran un buen desempeño en la mayoría de los juegos. Sin embargo, eso no necesariamente significa que debas gastar más en un GPU. Es importante considerar el juego que quieres jugar antes de fijar un presupuesto para el GPU.
Generalmente es buena idea optar por tarjetas nuevas, que en este caso son los GPUs serie GTX 20 y serie GTX 30 de Nvidia y la serie RX 6000 de AMD. No obstante, las tarjetas antiguas también tienen un gran valor y esa podría ser tu única opción, ya que aún hay problemas de inventario para las tarjetas de gráficos más nuevas de Nvidia y AMD.
Un elemento a menudo confuso de las tarjetas gráficas es la memoria de video (o VRAM). Es fácil descubrir cuánta memoria RAM necesita una computadora, pero para las GPU es un poco más difícil poder determinarlo.
Puedes encontrarte con una opción entre dos tarjetas que son similares pero que ofrecen diferentes cantidades de VRAM. Más memoria de video no tiene un impacto significativo en el rendimiento general por sí solo, pero permite que una tarjeta de video maneje mejor ciertas características visuales.
Más memoria de video no tiene un impacto significativo en el rendimiento general.
La línea de partida es de 3 GB, solo para los juegos modernos de alrededor en 1080p, y subiríamos –mínimo— solo hasta 4 GB si no hay mucho dinero, ya que la mayoría de las tarjetas nuevas tienen esa cifra ahora.
Si quieres jugar usando configuraciones altas y proteger tu inversión a futuro, vale la pena gastar unos cuantos dólares más, pero no es estrictamente necesario, especialmente a resoluciones bajas.
No recomendamos la configuración de dos –o más— tarjetas de video. Aunque, alguna vez fue una gran opción para juegos de alta gama. Hoy en día, las configuraciones de varias tarjetas a menudo se encuentran con problemas de soporte de controladores o juegos que les impiden desbloquear todo su potencial. Varias tarjetas también son más ruidosas y calientes que una sola tarjeta y los más recientes GPUs de Nvidia no lo soportan (a menos que quieras gastar $3,000 dólares en dos RTX 3090).
Si no puedes elegir entre AMD o Nvidia, esta última tiene soporte de trazado de rayos en sus tarjetas de la serie RTX 20 y RTX 30de gama alta, pero eso de momento no es de gran valor. La lista actual de juegos que admiten el «Ray Tracing» es mínima, en el mejor de los casos, con soporte para títulos adicionales en el futuro, pero aún lejos de ser expansivo.
Comprar una tarjeta gráfica solo para el trazado de rayos no es una gran inversión por ahora. El supermuestreo de aprendizaje profundo es útil, pero no siempre se ve muy bien. Sin embargo, la tecnología Deep Learning Super Sampling (DLSS) de Nvidia es una razón para comprarla, con los juegos DLSS 2.0 viéndose mejor que nunca.
Los controladores de ambas compañías ofrecen software de reducción de retraso de entrada, así como nitidez de imagen para mejorar el aspecto de tus juegos.
Para obtener más consejos sobre la compra de GPU, consulta nuestra guía de Las mejores tarjetas gráficas para editar video de AMD y Nvidia.
No malgastes dinero en RAM innecesaria
Hemos probado sistemas como el Alienware Area-51 R5 que vienen con hasta 64 GB de memoria RAM. Eso es completamente redundante para los juegos.
Una buena línea de base para las computadoras de juego modernos es de 16 GB, especialmente con lo lejos que han caído los precios en los últimos meses. Pero, puedes empezar con 8 GB si estás jugando juegos más antiguos o no te importa sacrificar detalles y velocidad de fotogramas para ahorrar más.
Después de todo, la memoria es una de las cosas más fáciles de actualizar en cualquier momento, y una de las más asequibles.
Aquí está el panorama actual de requisitos de memoria para seis juegos populares para darte una idea de lo que necesitas en una computadora de escritorio:
- Fortnite: 8 GB mínimo, se recomiendan 16 GB
- Doom Eternal: 8 GB mínimo, 8GB recomendado
- Destiny 2: mínimo 6 GB, se recomiendan 8 GB
- PUBG: 8 GB mínimo, 16 GB recomendado
- Overwatch: 4 GB mínimo, 6 GB recomendado
- Half-Life: Alyx: 12 GB
Dicho esto, la memoria adicional a 16 GB simplemente se encuentra sin usar. Cualquier dinero que puedas gastarte en RAM más allá de 16 GB debes destinarlo a un componente que tenga un mayor impacto en el rendimiento.
Pero toma esto en cuenta: la memoria del sistema no solo la usan los juegos. Todo lo que se ejecuta en tu computadora requiere memoria, desde el sistema operativo hasta los controladores de mouse y teclado.
Si solo Destiny 2 usa 6 GB de memoria RAM mientras se está ejecutando, necesitas mucho más disponible para todo lo demás. Esta, es la razón por la cual los desarrolladores recomiendan una cantidad extra y que la computadora tenga espacio para respirar cuando estás jugando. ¿Quieres jugar Doom Eternal? Prepara tu PC con 16 GB.
Y debido a que todas las aplicaciones usan cierta cantidad de RAM, 16 GB podrían no ser suficientes. Si solo juegas, 16 GB está perfecto. Sin embargo, si planeas usar otras aplicaciones demandantes, 32GB es mejor. 64 GB es demasiado en la mayoría de los casos, a menos que tengas necesidades muy específicas, y 128 GB en una computadora para el consumidor es solo para presumir.
Una nota final sobre la memoria: asegúrate de que tu configuración venga cuando menos con dos tarjetas. Algunas computadoras de escritorio anuncian 8GB de RAM, pero solo incluyen una sola tarjeta de 8GB. Dos tarjetas te permitirán aprovechar una memoria de dos canales en la mayoría de las tarjetas madre, lo que duplica la velocidad de transferencia de datos en comparación con una sola tarjeta.
Las unidades SSD son rápidas y más accesibles
La mayoría de las computadoras vendidas hoy, vienen con al menos un HDD de 500 GB y, generalmente, un modelo de 750 GB o 1 TB. Más GB es mejor, seguro, pero no se necesita almacenaje no utilizado, por lo que nuestra recomendación es simple: compra todo el espacio que necesites y centra el resto en el rendimiento.
Ahí es donde entran las SSD. Las unidades de estado sólido no solo son mucho más rápidas que los HDD, sino, que también son más asequibles de lo que solían ser. Las unidades SSD SATA cuestan alrededor del doble del precio de los discos duros en tamaños de almacenamiento comparables en este momento, y no necesitas espacio masivo.
Un SSD de 512 GB es suficiente para almacenar Windows y la mayoría de tus juegos y marcará una gran diferencia en cómo se siente tu computadora, así como en la velocidad de carga de tus juegos.
Con un SSD decente, Windows debería arrancar y estar listo para usar en menos de 30 segundos. Los juegos que tardan un minuto en cargarse en un HDD deben hacerlo en 10 a 20 segundos en una SSD.
Encontrarás dos tipos de SSD: los SSD SATA Standard de 2.5-pulgadas y los drives de 2.5 pulgadas SSD M.2 NVMe son los más conocidos. Usan una conexión SATA 3.0 para transferir datos, como los discos duros tradicionales, y necesitan una fuente de poder externa.
No todos los drives M.2 usan PCIe. Pueden usar PCIe o SATA dependiendo de las especificaciones. Asegúrate de que el drive esté marcado con «NVMe» como los drives Samsung 970 Evo de la foto de arriba.
Independientemente de la unidad que compres, asegúrate de que la SSD que selecciones como dispositivo de almacenamiento primario contenga el sistema operativo. Obtendrás el beneficio de tiempos de arranque y operación rápida en el uso diario. Esta, es también la razón por la que no recomendamos una SSD con menos de 200 GB de espacio. Con Windows instalado en una unidad pequeña, solo puedes tener un puñado de juegos.
Si necesitas mucho espacio de almacenamiento para medios o trabajo, considera un disco duro secundario para espacio adicional, con SSD para Windows y juegos solamente.
Fresco y silencioso
La refrigeración no está directamente relacionada con el rendimiento, pero puede tener un impacto, así como el placer que obtienes de tu computadora. Tu procesador y tarjeta gráfica se envían con sus propios enfriadores desde la fábrica, por lo que, si no te importan los niveles de ruido o mantener los componentes fríos para una mayor frecuencia de reloj, no necesitas pensar más en eso, especialmente si juegas con auriculares puestos, donde el ruido no es tan importante.
Los recientes procesadores Intel no vienen con un enfriador. Sin embargo, puedes encontrar una solución de enfriamiento razonable por alrededor de $30 dólares.
Pero si deseas una computadora silenciosa o quieres llevarla más allá de sus especificaciones básicas, es una buena idea pensar en una refrigeración avanzada. Los grandes enfriadores de aire son algunas de las formas más económicas y eficientes de enfriar un procesador, aunque la refrigeración por agua todo en uno y los bucles personalizados también son una opción.
Las tarjetas gráficas son un poco más complicadas, aunque también puedes enfriarlas con agua. Recomendamos simplemente comprar una tarjeta de terceros con una solución de enfriamiento personalizada decente para permitir niveles de ruido más bajos y un mejor rendimiento.
Con toda la energía
Hay algunos componentes en los que recomendamos gastes un poco más para tener la calidad que necesitas. Una buena fuente de poder (PSU) es un buen ejemplo y tenemos una lista de las mejores PSU que puedes comprar para diferentes presupuestos.
Nunca compres una mala PSU, ya que una barata puede fallar y hacer que fallen otros componentes. Lo primero a considerar es el voltaje. Selecciona una PSU que supere el voltaje requerido por tu PC, pero no tienes que exagerar (una PSU de 650w es perfecta para una computadora que requiera 400w, por ejemplo).
Finalmente, encontrarás PSU modulares, semimodulares y no modulares. Las fuentes de poder no modulares tienen todos los cables unidos a la PSU, como la imagen de arriba. Las PSU semimodulares tienen algunos cables esenciales unidos, pero necesitan otros cables separados para otros componentes. Las fuentes de energía no modulares vienen con todos los cables separados.
Lo positivo de una PSU modular es que solo necesitas conectar los cables que vas a utilizar, haciendo el manejo de los cables mucho más sencillo. Sin embargo, las PSU modulares son caras, a veces el doble que sus contrapartes no modulares. Puedes ahorrar mucho si te decides por una PSU no modular.
Uniendo las piezas
Tienes que unir las piezas para tener tu tarjeta madre. Hay dos aspectos a considerar: el socket y el set de chips. Afortunadamente, lo anterior es sencillo. Todos los procesadores están construidos para que se adapten a ciertos sockets — los procesadores Ryzen 3000 usan el socket AM4, por ejemplo — así que solo necesitas asegurarte que tu CPU quede bien en el socket de tu tarjeta madre. Si vas a comprar una máquina preconstruida, no tienes que preocuparte por el socket.
El set de chips es más interesante. AMD e Intel ofrecen diferentes sets de chips con diferentes características con precios diferentes. Por ejemplo, el set de chips Z490, el insignia de Intel, soporta una mayor frecuencia de reloj, mientras que el más barato B460 no lo hace. En forma parecida, el set de chips X750 de AMD tiene más líneas PCIe que el más barato set de chips B550.
Francamente, hay mucho qué considerar entre los sets de chips. Para juegos, lo importante es si quieres una mayor frecuencia de reloj en tu procesador. AMD soporta una mayor frecuencia de reloj en sus sets de chips series X y B, mientras que Intel solo soporta una mayor frecuencia de reloj en sus sets de chips serie X.
Sin embargo hay otras consideraciones además del rendimiento. Los fabricantes incluirán diferentes características en sus tarjetas madre, como mejores capacidades de red o un mejor chip de sonido. Lo que es más, las tarjetas madre vienen con diferentes niveles de expansión (por ejemplo, algunas vienen con solo dos ranuras de RAM). No necesitas gastar mucho en tu tarjeta madre, pero deberías considerar el soporte para una mayor frecuencia de reloj, expansión y otras características como capacidad de red y sonido.
Para un mejor conocimiento sobre qué tarjeta madre comprar, lee nuestra guía de las mejores tarjetas madre para juegos.
Céntrate en lo que te importa
Una computadora para juegos es un acto de equilibrio. Es importante sopesar tu inversión en los componentes correctos.
La tarjeta gráfica y el procesador deben recibir la mayor parte de tu atención y presupuesto para tener un buen desarrollo de juego. Un almacenamiento rápido ayudará a mejorar la sensación general del sistema y la rapidez con que se carga todo.
Un gabinete elegante es bueno, pero no hará que tus juegos se sientan mejor. Una buena cantidad de memoria RAM no está de más, pero si es más de lo que realmente usarás, no te servirá de mucho.
Con todo eso en mente, construye una computadora que te haga sentir bien con el resultado final. Si verse bien es importante, asegúrate de que la tuya lo haga. Si deseas ajustar y «overclockear», dedica algún tiempo a obtener buena memoria y un enfriador decente también. Hay cosas que puedes hacer para maximizar el rendimiento de tu juego, pero conseguir tu PC ideal es lo más importante.