La explosión del cohete Starship de SpaceX no solo fue un hecho anecdótico, ya que una serie de habitantes de localidades cercanas al lanzamiento sufrieron consecuencias: vidrios quebrados, cenizas circulando en escuelas y centros de salud y contaminación de playas cercanas.
La Administración Federal de Aviación (FAA), el regulador de aviación civil de Estados Unidos, ha impedido que SpaceX realice más lanzamientos hasta que haya concluido una «investigación de percances» sobre el lanzamiento de prueba de Starship el 20 de abril. El dramático vuelo del cohete masivo comenzó golpeando un cráter en el concreto debajo de la plataforma de lanzamiento y terminó cuando el cohete gigante explotó en el aire unos 4 minutos después.
Dave Cortez, director del capítulo del grupo de defensa ambiental Sierra Club, dijo que los residentes de Port Isabel reportaron ventanas rotas en sus negocios y partículas similares a cenizas que cubrían sus hogares y escuelas.
La plataforma de lanzamiento de SpaceX también quedó con daños extensos que incluyen metal carbonizado, retorcido y concreto roto. La fuerza de los motores del cohete hizo un agujero en la plataforma de lanzamiento y creó un cráter debajo de ella. «El concreto salió disparado hacia el océano», dijo Cortez a CNBC,l creando metralla que «corría el riesgo de golpear los tanques de almacenamiento de combustible que son estos silos adyacentes a la plataforma de lanzamiento».
Después de despegar de su plataforma de lanzamiento en Boca Chica, Starship subió a una altitud máxima de 24 millas (39 km) antes de que los problemas con hasta ocho de los 33 motores Raptor 2 del cohete causaran que Starship se volteara y rodara, lo que llevó a SpaceX a ordenar que el cohete se autodestruyera.