De acuerdo con un equipo de investigadores, las cadenas montañosas gigantes o supermontañas, que se extendían a lo largo de 8,000 kilómetros, habrían desempeñado un papel clave en la evolución de la vida temprana en la Tierra.
Científicos de la Universidad Nacional de Australia (ANU) rastrearon la formación de estas imponentes montañas, algunas tan altas como el Himalaya, a lo largo de la historia de nuestro planeta por medio de rastros de circón con bajo contenido de lutecio, que es una mezcla de minerales y elementos que solo se encuentran en las raíces de las altas montañas.
El trabajo de los investigadores halló dos eventos de formación de supermontañas en la historia de la Tierra. El primero ocurrió hace 2,000 a 1,800 millones de años y el segundo hace 650 a 500 millones de años.
Estas dos cadenas montañosas se levantaron durante periodos de formación de supercontinentes. Los encargados del estudio reconocen que existen vínculos entre estos dos casos de supermontañas y los dos periodos de evolución más importantes de la Tierra.
“No hay nada como estas dos supermontañas hoy. No es solo su altura: si puedes imaginar los 2,400 km de largo del Himalaya repetidos tres o cuatro veces, tienes una idea de la escala”, señaló el equipo a través de un comunicado.
El primer caso registrado fue llamado Supermontaña Nuna y, según los investigadores, coincide con la probable aparición de eucariotas, organismos que luego originaron las plantas y los animales.
El segundo evento se conoce como Supermontaña Trasgondwanica y coincide con la aparición de los primeros animales grandes hace 575 millones de años y la explosión del Cámbrico 45 millones de años después.
“Lo sorprendente es que todo el registro de la formación de montañas a lo largo del tiempo es tan claro. Muestra estos dos picos enormes: uno está relacionado con la aparición de animales y el otro con las células grandes complejas”, explica el profesor Jochen Brocks, uno de los autores del estudio.