En tiempos antiguos, una resaca por el consumo de alcohol se podía prevenir mediante el uso de alhajas. En específico, con una joya como este anillo de oro que fue encontrado entre las ruinas de un antiguo viñedo en la ciudad de Jamna, Israel.
Expertos en antigüedades del país de Medio Oriente indican que es muy posible que un anillo de este tipo, que data de hace al menos 1,000 años atrás, haya pertenecido a una persona rica y que precisamente su uso haya sido un indicador de estatus y dinero.
Pero lo más llamativo del anillo es la gema de amatista, un tipo de cuarzo de color violeta. “A este material se le asocian muchas virtudes”, escriben en la página de Facebook de la Autoridad de Antigüedades de Israel, “entre ellas, la de prevenir la resaca, lo que es irónico si se considera que el anillo fue hallado en un lugar donde se producía vino”.
De hecho, la palabra amatista proviene del griego amethustos y significa “no ebrio”. El material aparece en la Biblia y es una de las joyas que vistió el Sumo Sacerdote, además de ser parte de las 12 piedras que representan al mismo número de tribus mencionadas en el Antiguo Testamento.
El lugar de Israel donde fue encontrado el anillo es un viñedo del periodo bizantino. Según los arqueólogos, este vino tenía fama internacional gracias a su calidad. Anualmente, en el lugar se producían dos millones de litros de la bebida, que se exportaba hacia otros lugares de Europa y a África.
“Beber vino era común en la antigüedad, entre adultos y niños”, explican los arqueólogos. Y no solo por una costumbre social, sino porque el agua no siempre era de buena calidad, por lo que el vino se utilizaba incluso como un sustituto.