Harold Radford & Co fue un concesionario de automóviles de lujo establecido en 1935 en el exclusivo vecindario de South Kensington, en Londres. Su dueño Harold Radford estaba muy bien conectado por lo que su negocio no tardó en prosperar gracias al patrocinio constante de la alta sociedad londinense.
Radford destacó entre sus competidores por modificar los vehículos al gusto de sus compradores, lo que rápidamente lo llevó a establecerse como una importante casa carrocera.
Después de la Segunda Guerra Mundial el negocio de modificación de carrocerías de Radford prosperó: fabricó vehículos que luego se volverían leyendas entre los coleccionistas de automóviles; destaca la Bentley Countryman, el Mini de Ville, una versión hiperlujosa del Mini Cooper, la Aston Martin DB5 Shooting Brake y la versión de calle del Ford GT40, del cual se fabricaron 50 unidades para la homologación del histórico bólido de Ford. Radford se declaró en bancarrota y cesó operaciones en 1966, lo que cerraría un apasionante capítulo en la accidentada historia de los automóviles ingleses.
Aunque no del todo. El diseñador Mark Stubbs, el especialista en automovilismo Ant Anstead y el campeón mundial de Fórmula 1 Jenson Button unieron fuerzas para revivir el histórico nombre: su primer proyecto es el impresionante Radford Type 62-2.
La inspiración en el bólido de carreras Lotus Type 62 de la década de los sesenta es evidente, y aunque parece que forma parte de una línea de salida del algún ruidoso circuito europeo de la época, se trata en realidad de un auto de carretera que utiliza el celebrado chasis del Lotus Evora y está motivado por el mismo motor V6 de 3.5 litros sobrealimentado que conseguimos en él. Todo un retrofuturismo bien hecho.
Radford ofrecerá su Type 62-2 en tres sabores: el modelo básico 62-2 Classic utiliza el motor estándar de 3.5 litros sobrealimentado del Evora produciendo un máximo de 430 caballos de fuerza, seguido por el modelo Gold Leaf con el mismo motor pero con una calibración que le permite generar hasta 500 caballos de fuerza gracias a pistones y árboles de levas mejorados, y en el tope de la gama se encuentra la variante JPS, en el que el V6 está equipado con un nuevo sobrealimentador y un software de ajuste mejorado para llevar la potencia total a 600 caballos.
El modelo Classic cuenta con una transmisión manual de seis velocidades como equipo estándar, pero puede ser equipado con una transmisión de embrague doble de siete velocidades opcional. Los modelos Gold Leaf y JPS usan únicamente la transmisión de embrague doble y además cuentan con un diferencial electrónico de deslizamiento limitado, así como frenos AP Racing de cuatro pistones, que en el caso de la versión JPS cuenta con cuatro poderosos discos carbocerámicos.
Todas las versiones del Type 62-2 usan el mismo chasis monocasco Lotus, suplementado por un subchasis trasero diseñado por Radford para mejorar la resistencia, rigidez y agilidad del vehículo, y mantener bajo el peso en vacío que apenas alcanza los 1,000 kilogramos. Según la compañía, el mismo Jenson Button calibró personalmente el chasis para lograr “una sensación de dirección y una respuesta del conductor excepcionales”.
La versión Classic se destaca por la ausencia de un alerón trasero y sus rines de 17 pulgadas en el eje delantero y de 18 en el trasero. El modelo Gold Leaf, por su parte, se distingue por su librea de los cigarrillos John Player Gold Leaf, la primera marca comercial en promover un equipo de Fórmula 1 en 1968, y cuenta con aerodinámica enfocada en el uso en pista que es delatada por un prominente spoiler doble cola de pato para mejorar la carga aerodinámica. Viaja sobre ruedas de 18 pulgadas en el eje delantero y de 19 en el trasero.
Toda la retrovisibilidad es provista por cámaras. Debido a la falta de ventana trasera, el espejo es una pantalla que muestra en vivo la transmisión constante de una cámara que apunta hacia atrás. Igualmente, los espejos laterales en realidad son cámaras cuya transmisión es reproducida por pantallas montadas en cada uno de los parales delanteros. La cuarta pantalla contiene la instrumentación del vehículo, el cual está equipado con wifi, Bluetooth y cinco parlantes para reproducir audio desde los aparatos personales de los dueños.
El universo de estos dueños estará limitado a solo 62, que es el número de unidades del Type 62-2 que se planean construir. Radford sigue la corriente de pensamiento que dice que si tienes que preguntar el precio es porque no puedes comprar el vehículo, así que no sabemos cuanto cuesta. Solo para tener una idea, un Lotus Evora básico cuesta $97,000 dólares. La prima de Radford sobre ese monto debería ser monumental.
Radford comenzará a construir sus 62 Type 62-2 a finales de este año, pero no en su antigua locación de South Kensington donde ahora funciona un concesionario de Lamborghini, sino en la soleada California. Esperamos que las primeras unidades del Radford Type 62-2 estén en los garajes de sus dueños en 2022.