El turismo espacial está cada vez más cerca. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) autorizó a Virgin Galactic para que pueda llevar pasajeros al espacio.
Según la compañía, es la primera vez que se entrega una licencia para transportar pasajeros. Por tanto, esto sirve para validar su “metódico programa de pruebas, que cumple con los criterios impuestos por la FAA” y en CNBC revelan que para obtener esa licencia Virgin debió completar un programa de 29 pasos, que incluyó un vuelo de prueba llevado a cabo el pasado 22 de mayo.
En dicho vuelo, todo funcionó sin ninguna complicación y el cohete alcanzó una velocidad Mach 3, el equivalente a tres veces la velocidad del sonido (3,704 kmh o 2,301 mph). De acuerdo a Virgin Galactic, los controles y sistemas del cohete funcionaron tal como se esperaba, sin ningún contratiempo.
Lo que viene ahora para Virgin son tres nuevos vuelos de prueba, que se ejecutarán este 2021. Y si todo resulta bien, uno de esos vuelos llevará a Richard Branson, el dueño de la compañía, al espacio. Se espera que esto ocurra a mediados de este mismo año y se especula que podría ser a comienzos de julio, en un intento por lanzarse antes que Jeff Bezos en su Blue Origin.
La actual carrera de vuelos comerciales al espacio parece estar reservada a multimillonarios. El 20 de julio, el CEO de Amazon se lanzará en el New Shepard, un vuelo de prueba que durará apenas 10 minutos. Y tal vez a Virgin Galactic le interese adelantarse a tal evento, al menos de forma simbólica.
Todo indica entonces que en 2022 los primeros turistas espaciales podrán subirse a naves y conocer lo que ocurre fuera del planeta, siempre y cuando tengan los $250,000 dólares que cuesta un boleto.