Pisar el pedal de embrague y pasar las marchas de forma manual es una técnica que está en plena retirada, pero si vives en Latinoamérica, o si alguna vez viajas a Europa, verás que la mayoría de los modelos cuentan con transmisión manual, a diferencia de lo que ocurre en los EE.UU.
- Paso 1: familiarizarse con el pedal de embrague y la palanca de cambios
- Paso 2: práctica de cambios con el motor apagado y el freno de mano puesto
- Paso 3: simular un escenario real de manejo
- Paso 4: comienza suavemente y luego repite
- Subiendo o bajando por una colina
- Términos comunes de transmisión que debes saber
- ¡No olvides divertirte!
Créenos cuando te decimos que el asunto es aún mucho más interesante: por ejemplo, los vehículos manuales son más fáciles de mantener, y ayudan a la eficiencia del combustible debido al nivel directo de control que tenemos sobre ellos. Esto último también hace que sea muchísimo más divertido el manejarlos.
Obviamente, no hay nada como la experiencia de primera mano, pero creemos que estas sencillas instrucciones son una buena forma de ponerte en marcha.
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Paso 1: familiarizarse con el pedal de embrague y la palanca de cambios
Suponiendo que posees o tienes acceso a un vehículo con transmisión manual, ponte en el asiento del conductor y toma nota de las diversas características y componentes mientras el carro no está en funcionamiento. Conoce el embrague, ese pedal adicional que se encuentra a la izquierda del freno. Es el corazón de la diferencia entre un carro automático y uno manual. Familiarízate sobre todo con su resistencia, al pisarlo y soltarlo. Después, ubica la palanca de cambios, normalmente posicionada en la consola central, entre los asientos delanteros o junto al volante. Asegúrate de que tu asiento esté ajustado para que puedas alcanzar fácilmente los tres pedales y, como siempre, asegúrate de que el cinturón de seguridad esté abrochado.
Luego, examina el patrón de cambio, generalmente grabado sobre la perilla del cambio. Este diagrama generalmente muestra una serie de líneas y números que corresponden a cada engranaje. Ten en cuenta la ubicación de los engranajes individuales, y el de Reversa, al cual a menudo se accede bajando desde la quinta marcha. Ocasionalmente, en muchos vehículos Volkswagen, por ejemplo, la Reversa se posiciona presionando primero hacia abajo la palanca de cambios y después moviéndola desde la primera posición. También hay un engranaje Neutro, ubicado en la llamada “área gris”, al medio de todo, cuando la palanca no está en ninguna marcha o engranaje. Esa ubicación de Neutro te permite liberar el pedal del embrague mientras mantienes el carro en funcionamiento. Al presionar el embrague y mover la palanca de cambios desde la primera y la segunda marcha, por ejemplo, la palanca pasara por la posición de Neutro. Las transmisiones automáticas hacen todo esto… automáticamente.
Paso 2: práctica de cambios con el motor apagado y el freno de mano puesto
Aquí está la regla de oro de las transmisiones manuales: el cambio comienza con el embrague, pero termina con el acelerador. Con el motor todavía apagado, presiona el embrague hasta el fondo y mueve la palanca de cambios a la primera marcha. Luego, suelta el embrague con suavidad mientras presionas el acelerador lentamente. Si el motor estuviera encendido y los frenos desconectados, esto impulsaría el vehículo hacia adelante. Para pasar a la segunda marcha, suelta el acelerador y presiona el embrague hasta el fondo otra vez. En este punto, solo repites el paso anterior, pasando a la segunda marcha, luego a la tercera, a la cuarta, y así sucesivamente. En pocas palabras, cambiar de marcha requiere las siguientes tres acciones:
- Presionar el embrague con tu pie izquierdo.
- Cambiar las marchas manualmente con la mano derecha, generalmente en orden ascendente (1ª, 2ª, 3ª …)
- Pisar lentamente el pedal del acelerador con el pie derecho a medida que vas liberando el embrague.
Mientras más rápido conduzcas, más rápido podrás soltar el embrague, pero ten en cuenta que aquí la suavidad cuenta más que la rapidez.
Paso 3: simular un escenario real de manejo
Acelerar y aumentar la velocidad requiere cambiar a engranajes o marchas más altas. En general, las transmisiones manuales requieren cambios cuando los vehículos alcanzan las 3,000 RPM, o cuando el motor parece estar trabajando demasiado: vigila el tacómetro, si no estás seguro de cuándo debes cambiar. Con el motor todavía apagado, practica los cambios de primera a segunda y a tercera marcha. Practica presionando el embrague y cambiando manualmente a la cuarta marcha. Pon en práctica tus pies, sobre todo. Soltar el embrague y, al mismo tiempo, pisar suavemente el acelerador para darle gasolina al motor. Ahora, imagina que ves una señal de tráfico a la distancia…
El cambio descendente requiere cambiar a marchas más bajas. Si parece que el motor está acelerando, deberás bajar la velocidad para subir el RPM y acceder a una mayor potencia del motor. Presiona el embrague y mueve cuidadosamente la palanca de cambios de la tercera a la segunda, para practicar el cambio descendente. Al igual que la aceleración, asegúrate de presionar lentamente el pedal del acelerador mientras liberas el embrague. Este video instructivo puede ayudarte.
Detenerse por completo requiere que los conductores presionen el embrague y muevan la palanca de cambios al punto muerto o Neutro, la posición convenientemente ubicada entre todos los engranajes. El punto Neutro no se indica normalmente en la palanca de cambios (en algunos sí, pero no es lo habitual), pero una vez que llevas palanca a esa posición, puedes quitar el pie del embrague mientras mantienes el automóvil en funcionamiento. Nuevamente, deberás cambiar de marcha cuando el auto marque aproximadamente 3,000 RPM.
Paso 4: comienza suavemente y luego repite
Practicar con el motor apagado es como se empieza, pero no tiene comparación con los escenarios reales a los que te enfrentarás en el camino. El siguiente paso es practicar el manejo, preferiblemente en un área plana y relativamente desprovista de tráfico y peatones: estacionamientos, carreteras secundarias y similares.
Aunque puedes practicar solo, siempre que poseas una licencia de conducir válida, considera la posibilidad de ir con un amigo que sepa cómo manejar un vehículo manual. Al encender el motor, asegúrate de que la palanca está en punto muerto o Neutro. Después, para poner el carro en movimiento, cerciórate de poner la primera marcha al presionar primero el embrague, poniendo la primera marcha, soltando el embrague a medida que presionas suavemente el acelerador. Ojo, que también puedes encender el motor teniendo presionado ya el embrague y con la primera marcha puesta. Cuando el motor se encienda, deberás hacer lo que ya te hemos dicho: soltar el embrague a la vez que presionas suavemente el acelerador. Eso sí, hagas lo que hagas, no aceleres demasiado.
Subiendo o bajando por una colina
La parte más complicada de manejar un automóvil equipado con una transmisión manual es ponerlo en marcha en una cuesta empinada. Esto se debe a que necesitas pisar a fondo el pedal del embrague para poner la primera marcha, pisar el acelerador para mover el automóvil y –eventualmente– pisar el pedal del freno, para evitar que el automóvil ruede hacia atrás. Es complicado, a menos que tengas tres pies. Aquí es cuando el freno de mano, típicamente ubicado entre los asientos delanteros, se convierte en tu mejor amigo.
Cuando te detengas, tira del freno de mano para que el carro no ruede hacia atrás. Cuando sea el momento de ponerse nuevamente en marcha, haz tal y como lo harías en una superficie plana, todo mientras vas soltando simultáneamente el freno de mano. El tiempo es clave. Si sueltas el freno de mano demasiado lento, impedirás que el auto se mueva, mientras que si lo sueltas demasiado rápido, puedes hacer que el auto ruede hacia atrás. Por encima de todo, no te preocupes si el motor se para; créenos que eso le pasa a todo el mundo. Vuelve a enganchar el freno de mano, pon el automóvil en punto muerto, enciende el motor y vuelve a intentarlo. Como –casi– todo en la vida, se trata de práctica, y no pasará demasiado tiempo antes que estés yendo y viniendo de un lado a otro por el centro de San Francisco con transmisión manual.
Términos comunes de transmisión que debes saber
Embrague: un embrague engancha y desengancha dos ejes independientes. En un vehículo, se utiliza para acoplar o desacoplar el cigüeñal (que lleva al motor) del eje de transmisión (que lleva al eje motorizado). El embrague está, de forma predeterminada, activado, pero al presionar el pedal se desacopla para así poder cambiar de marcha.
Este video del canal Learn Engineering da una excelente visión general de lo que es el embrague y cual su papel en una transmisión.
Engranaje: en un vehículo, los engranajes transfieren la potencia del cigüeñal al eje motriz. Existen múltiples engranajes para cambiar la forma en que la potencia del motor hace girar las ruedas de un automóvil. Se utilizan engranajes más pequeños para que el auto acelere. Se usan engranajes más grandes para alcanzar y mantener esa velocidad.
RPM (revoluciones): Revoluciones Por Minuto es una medida sobre cuántas rotaciones en un eje fijo se completan en un solo minuto. En un automóvil, el tacómetro mide las rotaciones del cigüeñal del vehículo. Por ejemplo, si está inactivo a 1,000 rpm, entonces el cigüeñal de tu automóvil está girando sobre su eje 1,000 veces por minuto.
Tacómetro: dentro del grupo de indicadores, el tacómetro mide las RPM. Por lo general, el tacómetro se encuentra justo al lado del velocímetro, pero en algunos vehículos de alto rendimiento aparece centrado entre el grupo de indicadores. A medida que acelera, la aguja del tacómetro subirá hasta que alcance la “línea roja”. Debes subir de marcha (pasar de un cambio a otro) antes de que la aguja alcance esa línea roja.
Cambio ascendente: mover la palanca de una velocidad inferior a una más alta se denomina “cambio ascendente”. Para cambiar, debes pisar el embrague y mover la palanca a la muesca del engranaje deseado.
Cambio descendente: lo contrario del cambio ascendente. Es cuando mueves la palanca de una marcha más alta a una marcha más baja (cuando comienzas a subir una pendiente inclinada, por ejemplo, se suele pasar de una marcha mayor a una menor, hasta que el vehículo vuelva a agarrar potencia o velocidad)
Doble embrague: por lo general, los conductores desconectarán el embrague y moverán la palanca directamente de una marcha a otra. Esta transición se basa en un sincronizador que hace coincidir la velocidad de rotación del cigüeñal con la velocidad de rotación del eje de transmisión. Para evitar el uso del sincronizador, los conductores pueden desconectar el embrague para mover la palanca de cambio al punto muerto (neutro), soltar el pedal del embrague y luego pisarlo nuevamente para pasar del punto muerto al nuevo. Esa pausa en el punto muerto o neutro permite que el cigüeñal y el eje de transmisión se sincronicen.
Cajas de cambios dual/doble embrague: las cajas de cambios de duales o de doble embrague utilizan dos embragues, cada uno con su propio juego de engranajes. Por ejemplo, en un automóvil de seis velocidades, un embrague será responsable de los engranajes 1,3 y 5, mientras que el otro maneja los engranajes 2,4 y 6. El beneficio de un doble embrague es que las transiciones entre los engranajes son más rápidas; mientras un engranaje está enganchado en un embrague, el otro está preparando la siguiente marcha más alta o más baja.
CVT: una CVT no es ni una transmisión manual ni automática. En lugar de engranajes, una CVT se basa en un sistema de correas y poleas que proporciona un número infinito de relaciones. En otras palabras, se trata de transmisión que nunca cambia.
¡No olvides divertirte!
Aprender a manejar con transmisión manual no es fácil: al principio cuesta, pero no dejes que esto te deprima. Probablemente estés aprendiendo en un auto común, y el ruido de los engranajes puede ponerte nervioso. Siempre recuerda, podría ser peor. Y una vez que la dominas, sentirás el carro casi como una extensión de ti mismo.