Los villancicos y las canciones navideñas claramente añaden alegría y más ambiente a esta época, pero seguramente nadie se esperaba ver una mano de robot, impresa en 3D, tocando en un piano una clásica canción de Navidad, al puro estilo del video de inicio de Westworld. Pero esto es justamente lo que podemos ver por cortesía de un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge de los Estados Unidos.
Usando una impresora 3D, estos científicos han creado una mano flexible, unida a un brazo robótico, que puede tocar el piano en una variedad de estilos, que incluyen notas «staccato» recortadas y «legato» suave. ¿Y qué mejor manera de exhibir su creación en esta época navideña, que con una versión de Jingle Bells?
Si bien este no es el primer robot para tocar el piano que hemos visto, lo que hace que esta máquina sea diferente es que puede lograr una compleja acción musical, a pesar de ser bastante limitado en sus movimientos. Por ejemplo, la mano no puede mover sus dedos independientemente, lo que está en marcado contraste con la mano humana real (o la que se ve en el video de Westworld) que es capaz de movimientos increíblemente finos, gracias a sus diversos puntos de articulación.
Sin embargo, el hecho de que este invento sea capaz de realizar acciones tan complicadas como tocar frases musicales en el piano, es un testimonio de lo que se puede lograr a través de un diseño emprendedor. Cuando se trata de esta mano de robot y su brazo de robot adjunto, el movimiento realmente está en la muñeca.
«Crear robots que puedan manipular objetos de la misma manera que lo hace un ser humanos es un desafío», dijo Josie Hughes, investigadora del departamento de ingeniería de Cambridge, a Digital Trends. “Hemos explorado cómo la estructura física de las manos, los huesos y los ligamentos blandos, proporciona cierta inteligencia que los habilita. Al desarrollar métodos de impresión 3D de una estructura de mano con componentes suaves y rígidos, podemos simplemente activar la mano del robot, de modo que podamos explorar los comportamientos pasivos de la mano a medida que interactúa con el entorno”.
La mano impresa en 3D es solo la más reciente creación entre un número creciente de lo que se conoce como “soft robotics”, o robótica suave, que difieren en el material utilizado con las máquinas más rígidas o metálicas, que generalmente son más típicamente asociados cuando pensamos en robots. Hughes explicó que este es un enfoque mucho más escalable que otros para desarrollar manos de robot más complejas, pues a diferencia de estas, no se necesitan muchos motores y complicados controles.
«Ahora queremos profundizar este trabajo para investigar cómo podemos explotar esta complejidad mecánica de la mano, y cómo podemos usar esto para permitir que nuestros robots puedan realizar tareas muy complejas que los robots actualmente no pueden hacer», dijo Hughes.
Si te interesa conocer más al respecto, un artículo que describe el trabajo fue publicado recientemente en la revista Science Robotics.