Una serie de videos originales de la primera vez que el hombre puso pie en la Luna se han vendido en una subasta, obteniendo uno de los precios más altos por objetos de interés relacionados a este histórico evento. Las cintas fueron descritas como «las imágenes de video más antiguas, nítidas y precisas de los primeros pasos del hombre en la Luna», y fueron ofrecidas en forma original y sin adulteraciones, «sin restaurar, sin mejorar y sin editar».
Un clip del video que muestra a los astronautas que se mueven alrededor de la superficie de la Luna se incluye en una publicación de la cuenta oficial de Twitter de Sotheby’s, la compañía a cargo de la subasta.
#AuctionUpdate Unrestored, unenhanced, and unremastered, the videotapes represent the earliest, sharpest, and most accurate surviving video images of man’s first steps on the moon #Apollo50th pic.twitter.com/f2ulCpIHqz
— Sotheby's (@Sothebys) July 20, 2019
Pero lo que hace a este evento memorable no solo es el contenido de estas cintas, sino la increíble odisea por la que tuvieron que atravesar a través de los años para llegar a las manos del nuevo comprador, que aunque por el momento decidió permanecer anónimo, pagó $1.8 millón de dólares.
La increíble historia
Las imágenes originales del alunizaje fueron grabadas por dos cámaras: una Hasselblad y una cámara de televisión Westinghouse especialmente adaptada, que se montó en la escotilla del Módulo Lunar para capturar los primeros pasos de Armstrong. La cámara Westinghouse podía removerse, y más tarde se colocó en un trípode en la superficie lunar para registrar también las actividades de los astronautas. Las imágenes de esta cámara se transmitieron al Observatorio Parkes en Australia, desde donde se enviaron a la base de la NASA en Houston y, finalmente, a televisores de todo el mundo.
Hace 10 años, cuando la NASA se estaba preparando para la celebración del 40° aniversario, buscó las cintas originales de Westinghouse. Pero, lamentablemente, ya habían sido regrabadas con otros proyectos (un fenómeno que seguramente será familiar para cualquiera que haya crecido durante la era del VHS). Sin embargo, quedaba un conjunto restante de cintas Ampex que se habían utilizado cuando Houston recibió la señal de transmisión desde Australia.
Lo que les pasó a esas cintas sobrevivientes es una saga en sí misma. Vienen de la colección de Gary George, un estudiante que hizo una pasantía en el Centro Espacial Johnson de la NASA durante el verano de 1973. Mientras estaba allí, fue a una subasta de excedentes del gobierno, y compró un lote que contenía 1,150 rollos de cintas magnéticas de proyectos de la NASA, por un total de solo $217 dólares. Sin preocuparse de su contenido, el joven planeaba vender las cintas para ser reusadas en estaciones de TV, pensando que ganaría un poco de dinero extra.
Afortunadamente para todos nosotros, el padre de George miró de cerca las cajas de cintas y notó que algunas de ellas estaban etiquetadas como «APOLLO 11 EVA | 20 de julio de 1969. REEL 1 [–3] ”. Sobra decir que decidieron quedarse con las cintas y protegerlas desde entonces, hasta llegar a las manos de su nuevo dueño, quien pagó casi $2 millones de dólares.