Desde el observatorio Jodrell Bank de la Universidad de Manchester, un equipo internacional de astrónomos detectó un fenómeno astrofísico llamado ráfaga rápida de radio (FRB) que se ha repetido cada tres meses durante al menos los últimos cuatro años.
Concretamente, son explosiones detectables desde la Tierra debido a la energía extremadamente alta que emiten. Si bien duran unos pocos milisegundos, se prolongan por aproximadamente 90 días y luego se detienen por un período de 67 días.
“La presencia de una secuencia regular en la actividad de estallido podría implicar que las potentes explosiones están vinculadas al movimiento orbital de una gran estrella, una estrella de neutrones o un agujero negro”, indicó la universidad en un comunicado de prensa.
Para el investigador líder, Kaustubh Rajwade, “es un resultado emocionante, ya que es apenas el segundo sistema en el que creemos ver esta modulación en la actividad de estallido. La detección de la periodicidad proporciona un importante antecedente sobre el origen de las explosiones y los ciclos de actividad”.
La actividad de las FRB puede explicarse por la oscilación del eje magnético de una estrella de neutrones altamente magnetizada. Sin embargo, el período de 157 días ha dejado sin respuestas a los científicos, debido a los grandes campos magnéticos ligados a dichos astros.
“La existencia de las FRB solo se descubrió en 2007, cuando se determinó que eran eventos específicos relacionados con un evento cataclísmico, como la explosión de una estrella. Hasta ahora, nadie había registrado que las explosiones podían darse de manera regular”, explicó la casa de estudios.
Publicada en la revista Monthly Notices de la Sociedad Astronómica Real, el estudio destacó que la periodicidad de las explosiones supera por casis 10 veces los anteriores registros, que solo alcanzaban los 16 días.
«Este descubrimiento resalta lo poco que sabemos sobre el origen de las FRB. Se necesitarán más observaciones de un número mayor de ellas para obtener una imagen más clara sobre estas fuentes periódicas y dilucidar su origen», comentó Duncan Lorimer, de la Universidad de West Virginia, quien desarrolló la técnica de análisis de datos que condujo al descubrimiento junto con el estudiante de doctorado Devansh Agarwal.