Idolatrado por muchos, odiado por otros. Quizá no ha habido otra persona en el mundo de la tecnología que haya sido capaz de generar tantos sentimientos contrarios como lo ha hecho Elon Musk, el excéntrico fundador de Tesla que sueña con llevar a la humanidad a Marte.
Ni siquiera Steve Jobs y mucho menos Bill Gates. Y no es que los fundadores de Apple y Microsoft no hayan sido capaces de generar adhesión (o rechazo) hacia sus productos. Sin embargo, con Musk ocurre algo distinto: todo lo que hacen sus empresas pasa por su figura y lo que diga… o publique en Twitter. Casi como si se tratara de una religión.
De Sudáfrica a la conquista de Marte
Como suele ocurrir con los multimillonarios, la manera en la que hizo su fortuna está llena de mitos. Se sabe que tuvo una infancia con comodidades en Sudáfrica, donde nació el 28 de junio de 1971 y, después de una adolescencia difícil producto de la separación de sus padres, se mudó a Canadá con su madre y hermanos.
En Canadá, trabajó como jornalero y empleado bancario durante su juventud y luego estudió en la Universidad de Queen. Más tarde llegó a Estados Unidos, donde ingresó a la Universidad de Pensilvania a estudiar economía y física. Cuando estaba próximo a ingresar a un doctorado en Stanford, optó por fundar Zip2, un directorio de negocios en línea (algo así como Yelp) que más tarde sería vendido a la desaparecida Compaq. Fue el golpe de suerte que necesitaba. Luego vendría X.com, que más tarde se transformaría en la empresa de pagos PayPal.
Sin embargo, no fueron esas compañías las que han sustentado su fama global, sino el fabricante vehículos eléctricos Tesla, la empresa de biotecnología Neuralink y la firma aeroespacial SpaceX, con la que Musk sueña llegar a Marte.
Cómo revolucionó el mundo de la tecnología
Pero, ¿qué es lo que hace tan especial a Musk? Que no desperdicia su tiempo (y dinero) en ideas pequeñas, como desarrollar aplicaciones o fundar otras empresas, sino que su objetivo está puesto en el progreso de la humanidad y en el espacio. Es esta visión de “pensar en grande” la que le ha permitido ganar millones de fanáticos dispuestos a defenderlo de todo y de todos.
Con Tesla, Musk quiere combatir el peligro del cambio climático; con SpaceX, busca evitar que la humanidad dependa de un solo planeta y se abra a la exploración de nuevos mundos, y con Neuralink pretende evitar la obsolescencia humana al insertar chips que permitan recuperar funciones deterioradas.
El episodio Twitter
Elon Musk es el hombre más rico del mundo, según la revista Forbes, con una fortuna estimada en más de 200.000 millones de dólares. Además, es un usuario muy activo y polémico de Twitter, la red social que compró en octubre de 2022 por 44.000 millones de dólares.
Musk ha utilizado Twitter para comunicarse con sus seguidores, promocionar sus productos, criticar a sus rivales, opinar sobre temas diversos y provocar reacciones en los mercados financieros. Sin embargo, también ha enfrentado problemas legales, regulatorios y éticos por algunos de sus tuits, que han sido considerados engañosos, difamatorios o irresponsables.
Algunos ejemplos de sus tuits más controvertidos son:
– En agosto de 2018, Musk tuiteó que tenía «financiación asegurada» para sacar a Tesla de la bolsa a un precio de 420 dólares por acción. Este tuit hizo subir el valor de las acciones de la compañía, pero resultó ser falso. Musk fue demandado por la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC) por fraude y tuvo que pagar una multa de 20 millones de dólares y renunciar a su cargo de presidente de Tesla.
– En julio de 2018, Musk llamó «pedo guy» (tipo pedófilo) a Vernon Unsworth, un buzo británico que participó en el rescate de los niños atrapados en una cueva en Tailandia. Musk se molestó porque Unsworth criticó su propuesta de enviar un mini submarino para ayudar en la operación. Unsworth demandó a Musk por difamación, pero un jurado lo absolvió en diciembre de 2019.
– En mayo de 2020, Musk tuiteó «Tesla stock price is too high imo» (El precio de las acciones de Tesla es demasiado alto en mi opinión). Este tuit hizo caer el valor de las acciones de la compañía en un 10%. Muchos inversores se preguntaron si Musk estaba violando el acuerdo que había alcanzado con la SEC en 2018, que le obligaba a someter sus tuits sobre Tesla a una revisión previa.
– En abril de 2020, Musk tuiteó «FREE AMERICA NOW» (Liberen a América ahora), apoyando las protestas contra las medidas de confinamiento por la pandemia de covid-19. Este tuit generó críticas por parte de expertos en salud pública, que consideraron que Musk estaba desinformando y poniendo en riesgo a sus trabajadores y clientes.
– En febrero de 2021, Musk tuiteó «Doge» y «ur welcome» (De nada), haciendo referencia a la criptomoneda Dogecoin, que se disparó en el mercado gracias al apoyo del empresario. Este tuit fue visto como una forma de manipular el precio de la criptomoneda y aprovecharse de sus seguidores.
– En abril de 2022, Musk anunció que había llegado a un acuerdo para comprar Twitter por 44.000 millones de dólares. Sin embargo, meses después intentó retractarse del trato, alegando que había muchos bots en la plataforma y que un denunciante había revelado irregularidades en la compañía. Twitter demandó a Musk para obligarlo a cumplir el acuerdo, que finalmente se concretó en octubre del mismo año. Tras asumir el control de Twitter, Musk despidió al CEO Parag Agrawal y al CFO Ned Segal . También dijo que cambiaría las políticas de moderación de contenido y que permitiría el regreso del expresidente Donald Trump, que había sido expulsado de la plataforma en enero de 2021.
Musk se ha hecho una reputación no solo como un excéntrico director ejecutivo, gigante tecnológico y multimillonario, sino como una personalidad de internet. Pocos tienen el poder de Musk para mover mercados, asegurar millones de dólares en fondos de inversionistas y acaparar titulares de noticias con un tuit, como los últimos episodios de las criptomonedas.
Mientras otros empresarios se valen de grandes equipos de comunicaciones, Musk solo necesita Twitter y un teléfono. Y pese a que según sus palabras trabaja 120 horas semanales, se da tiempo para interactuar con sus seguidores, los mismos que están dispuestos a hacer lo que sea por él.