Una de cada cuatro personas en el mundo tiene una cuenta de WhatsApp… o al menos tenía cuando comenzó 2021.
Desde que el servicio de mensajería anunció que compartiría algunos de los datos de sus usuarios con su matriz Facebook, millones de usuarios han abandonado la plataforma.
Telegram, que ahora enfrenta su propio calvario, ha sido la aplicación de mensajería más descargada, seguida de Signal, según datos de SensorTower.
Aunque motivos hay de sobra para abandonar WhatsApp, a continuación explicamos algunas razones por las que esta decisión podría no ser tan eficiente como esperan los usuarios.
¿Dónde están todos?
Una de las grandes ventajas de WhatsApp es su amplia base de usuarios: más de 2,000 millones activos, que la instalan como la segunda red social después de… Facebook.
En tanto, Telegram recién apunta a los 500 millones de usuarios; Signal está muy detrás todavía, con cerca de 50 millones.
Por lo mismo, muchos usuarios que han decidido tomar nuevos rumbos finalmente se han visto enfrentados a un desierto y a la pregunta ¿dónde están todos?
Mi experiencia indica que familiares y amigos con los que interactúo con mayor frecuencia en WhatsApp no están en Telegram y, menos aún, en Signal.
Quizás solo sea cuestión de tiempo –y lo recomendable sea usarlas en paralelo–, pero por ahora parece ser una aventura en solitario.
¿Vale la pena si no cierras Facebook?
Sin embargo, una segunda barrera para migrar de WhatsApp son las otras plataformas de la compañía de Mark Zuckerberg con las que los usuarios ya comparten incluso más datos (Facebook, Instagram y Messenger).
Solo a modo de ejemplo, estos son los datos que recopilan Facebook y WhatsApp por separado:
- Facebook: contenido que subes (publicaciones, comentarios, fotos), contactos, grupos y páginas que sigues, frecuencia de actividad en la cuenta, transacciones económicas, actividades de otros usuarios que te incluyen (etiquetado), características del dispositivo, redes de conexión, ubicación, fotografías, entre otras.
- WhatsApp: características del dispositivo, transacciones económicas, frecuencia de actividad, mensajes (hasta que son entregados) y actividad.
¿Los usuarios están dispuestos a abandonar estas plataformas, muchas de las cuales recopilan incluso más datos que WhatsApp?
El problema es que muchos han transformado a Facebook en una extensión digital de su vida para establecer relaciones, mantener contacto con amigos y familiares, y al transformarla en un repositorio de fotos, entre otros.
Incluso un buen porcentaje no repara en que ambas plataformas son la misma compañía. «Sinceramente, se me olvida que existe una relación entre WhatsApp y Facebook. Si decidiera irme de WhatsApp, no me detendría a pensar en la cuenta de Facebook”, dice Jorge Badilla, usuario de ambas plataformas.
Facebook ha dicho que quiere diferenciarse por su privacidad. Quizás haya que confiar. Pero si el interés es la protección de los datos personales, lo lógico sería dar de baja estas plataformas también.