La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unicef advirtieron sobre un alarmante retroceso en los niveles de vacunación infantil contra enfermedades peligrosas como sarampión, tétanos y difteria, debido a las interrupciones en la entrega y la utilización de los servicios de inmunización causados por la pandemia del coronavirus.
Según los datos de ambos organismos al 15 de julio, estas interrupciones amenazan con revertir el progreso para alcanzar a niños y adolescentes con una gama más amplia de vacunas, que ya se había visto obstaculizada por una década de retraso en materia de cobertura, indicaron las agencias de Naciones Unidas.
Las últimas estimaciones de cobertura de vacunas de la OMS y Unicef para 2019 muestran que mejoras como la expansión de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) a 106 países y una mayor protección para los niños contra más enfermedades, están en riesgo de perderse.
DTP3: primera caída en tres décadas
Los datos preliminares para los primeros cuatro meses de 2020 apuntan a una caída sustancial en el número de niños que completan tres dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP3). Esta es la primera vez en 28 años que el mundo podría ver una reducción en la cobertura de DTP3, un indicador clave en la cobertura de inmunización dentro y entre países.
«Las vacunas son una de las herramientas más poderosas en la historia de la salud pública, y ahora se inmuniza a más niños que nunca antes. Pero la pandemia ha puesto en riesgo esos avances. El sufrimiento y la muerte evitables causados por los niños que se pierden las vacunas de rutina podrían ser mucho mayores que el COVID-19. Pero no tiene por qué ser así”, afirmó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Debido a la pandemia de COVID-19, al menos 30 campañas de vacunación contra el sarampión estaban o corren el riesgo de ser suspendidas, lo que podría provocar nuevos brotes en 2020 o en los próximos años. Según una encuesta de ambos organismos, tres cuartos de los 82 países que respondieron informaron que sus programas de inmunización habían sufrido interrupciones vinculadas con el COVID-19 a partir de mayo de 2020.
Los motivos son disímiles: renuencia a salir de casa, dificultades en transporte, problemas económicos, restricciones de movimiento o el miedo a exponerse a personas con COVID-19, entre otros. Muchos trabajadores de la salud tampoco están disponibles para implementar estos programas.
«Debemos evitar un mayor deterioro en la cobertura de la vacuna y reanudar urgentemente los programas de vacunación antes de que las vidas de los niños se vean amenazadas por otras enfermedades. No podemos cambiar una crisis de salud por otra”, alertó la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore.
Según ambas agencias, la situación es especialmente preocupante para América Latina y el Caribe, donde la cobertura históricamente alta se ha reducido en la última década. En Brasil, Bolivia, Haití y Venezuela, se desplomó en al menos 14 puntos porcentuales desde 2010.
Acceso global a vacuna contra coronavirus
De forma complementaria, 75 países adhirieron a la COVAX, un mecanismo diseñado por la OMS para garantizar un acceso rápido, justo y equitativo a las vacunas COVID-19. Los países financiarán las vacunas con sus propios presupuestos y se asociarán con hasta 90 países de bajos ingresos, que podrían recibir apoyo a través de donaciones voluntarias.
El objetivo de COVAX es para fines de 2021 entregar dos mil millones de dosis de vacunas seguras y efectivas que hayan pasado la aprobación regulatoria y/o la precalificación de la OMS. Estas vacunas se entregarán por igual a todos los países participantes.
En su conjunto, el grupo de hasta 165 países representa más del 60 por ciento de la población mundial.