La cura para el VIH es notoriamente esquiva. Pero en la última década, un estadounidense llamado Timothy Brown ha sido la única persona que se ha recuperado y ha repelido este virus, después de un innovador procedimiento de trasplante de células madre. Hoy, un estudio publicado en la revista Nature sugiere que puede haber un segundo paciente como Brown.
En ambos casos, los pacientes recibieron un tratamiento de quimioterapia para combatir el cáncer, que implicó una eficaz limpieza de su sistema inmunológico para revitalizarlo con células madre trasplantadas. Afortunadamente, las células del donante también tenían una rara mutación genética que causa la resistencia al VIH, según informa la Revisión de Tecnología MIT. La operación más reciente ocurrió hace casi tres años.
El término «cura» es polémico. A pesar de los detalles convincentes de que el paciente más reciente (un hombre de Londres que ha pedido permanecer en el anonimato), no ha tomado sus medicamentos antirretrovirales para el VIH desde septiembre de 2017, sus médicos siguen siendo cautelosos al afirmar que se ha curado. En particular, tanto Brown como el paciente de Londres estaban siendo tratados por cáncer, no por VIH. Aunque el nuevo estudio sugiere que el caso de Brown no fue una anomalía, los médicos han intentado sin éxito el mismo procedimiento con otros pacientes con VIH.
Los procedimientos anónimos del paciente de Londres eran similares a los de Brown. Ambos apuntaron al CCR5, un receptor de proteínas que el virus del VIH explota como una entrada al sistema inmunológico. Solo el uno por ciento de las personas con herencia del norte de Europa nacen sin receptores CCR5, según Vox, lo que los hace resistentes al VIH. Entre 2007 y 2008, el médico de Brown, Gero Hütter, administró dos trasplantes de médula ósea de un donante que no tenía los receptores CCR5. En 2009, Hütter publicó sus hallazgos que demostraban que Brown parecía estar libre de VIH.
El autor del estudio, Ravindra Gupta del University College London y su equipo, siguieron el protocolo de Hütter para tratar el linfoma de Hodgkin del paciente de Londres.
El VIH y el SIDA han tenido un impacto paralizante en todo el mundo desde que apareció por primera vez en la década de 1980. El virus ha cobrado la vida de alrededor 35 millones de personas, según la Organización Mundial de la Salud. Unos 37 millones más sufren actualmente la infección, que ha resultado en la muerte de 940,000 en 2017. Si bien los médicos temen que el tratamiento dirigido por CCR5 sea una cura, el reciente estudio es suficiente para que los pacientes y los médicos mantengan la esperanza.