Para sorpresa de muchos, y no sin una nube de controversia, una nueva clasificación de la DEA podría colocar a un producto sintético como menos dañino que la marihuana natural. Esto, en el marco de la polémica debida al arresto de ejecutivos de la compañía que produce esta substancia, por presuntos sobornos masivos a médicos y clínicas que prescriban sus productos.
Syndros es un sustituto líquido de la marihuana que contiene una versión sintética de THC, y se le ha asignado una categoría menos restrictiva que la hierba real. THC es un canabinoide endógeno de la planta que hace que los usuarios sientan el efecto de placer en el cerebro.
El líquido es desarrollado por la firma farmacéutica InSys Therapeutics, la compañía detrás del opioide sintético Fentanyl, que es aproximadamente 100 veces más potente que la morfina.
Syndros recibió previamente la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), y recibió una clasificación de lo que se conoce como Schedule II de la Drug Enforcement Administration (DEA). Hasta el momento, la marihuana está clasificada en el mismo nivel de la heroína, Schedule I, lo que supuestamente significa que tiene un «alto potencial de abuso» y «no tiene uso médico aceptable».
A pesar de insistentes peticiones, la DEA ha rechazado dos intentos de reclasificar a la marihuana durante el año pasado, aunque la agencia aparentemente no tuvo ningún problema en dar a Syndros la categorización del Schedule II de un grado más bajo.
Para añadir a la polémica, InSys Therapeutics donó el año pasado $500,000 dólares a una exitosa campaña dirigida a la derrota de una posible legalización de la marihuana en Arizona. En ese momento, la empresa dijo que la legalización no podría «proteger la seguridad de los ciudadanos de Arizona, y en particular de sus hijos».
La controversia se incrementa porque una serie de personas asociadas con la empresa han tenido problemas con la ley. En diciembre, el entonces Director Ejecutivo de InSys y un grupo de otros seis ejecutivos fueron arrestados por presuntamente sobornar a médicos, defraudar a compañías de seguros y más cargos similares. Además, el CEO de 40 años, Michael Babich, fue arrestado por conspiración para cometer chantaje sistematizado y otros crímenes de «guante blanco».
Según los fiscales federales en Massachusetts, InSys fue responsable de distribuir sobornos masivos a los médicos que operan clínicas de manejo de dolor para que prescriban Fentanyl a pacientes que no tienen cáncer.
Estamos seguros que todavía no hemos oído el final de esta historia.