Un equipo de científicos sudafricanos aseguró que las vacunas que existen actualmente para el COVID-19 también protegen contra la variante ómicron, reconocida recientemente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “de preocupación”.
Si bien aún se conocen pocos detalles sobre esta mutación, los profesionales señalaron en un estudio que las vacunas siguen siendo la principal herramienta para frenar el virus. De acuerdo con los expertos, los fármacos pueden impedir que la enfermedad sea grave y requiera hospitalización.
Un estudio sobre la variante ómicron presentado por la Red de Vigilancia del Genoma Sudáfrica (NGS-SA) concluye que las investigaciones recientes se centran en la transmisibilidad y el efecto sobre la inmunidad que proporcionan las vacunas actuales que se aplican contra el coronavirus.
El trabajo también asegura que la prueba de PCR es capaz de detectar la nueva mutación sin la necesidad de llevar a cabo una secuenciación del genoma. Esto permite que se pueda seguir el rastro de la variante en tiempo real sin que se tome tanto tiempo en el laboratorio.
“Una gran parte de la población está obteniendo la inmunidad con las vacunas o pasando la enfermedad, por lo que es complejo decir cuál será la evolución. La genética de la ómicron es completamente diferente de la delta o de las variantes anteriores”, señala Richard Lessels, experto en enfermedades transmisibles.
“Las vacunas son la herramienta que puede impedir que la enfermedad sea grave y se precise de hospitalización”.
El estudio sobre ómicron también muestra que su transmisibilidad es mayor y que incluso puede afectar a personas con su pauta de vacunación completa.
Sin embargo, la inoculación hace que se evite la hospitalización y el agravamiento de la enfermedad.