El calentamiento global nos vuelve a dejar imágenes inéditas, pero también desoladoras.
Por primera vez en la historia desde que se tienen registros, llovió en el punto más alto de la capa de hielo de Groenlandia durante varias horas, de acuerdo con lo reportado por el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC, por sus siglas en inglés).
“No hay datos relacionados con lluvia en este lugar, que alcanza los 3,216 metros (10,551 pies) de altura” informó el NSIDC. Además, señala que la cantidad de hielo perdido en un día fue siete veces más que el promedio diario para esta época.
Según el informe, el 14 de agosto las temperaturas subieron por encima del punto de congelación en la cima de Groenlandia, lo que provocó precipitaciones de 7,000 millones de toneladas de agua. Además, la temperatura del aire se mantuvo por encima del punto de congelación durante al menos nueve horas. Se trata de la tercera vez en menos de una década que se registran temperaturas tan elevadas y nieve húmeda en la región.
El evento provocó que se derritieran unos 872,000 kilómetros cuadrados de la costa este de Groenlandia. Pero la lluvia no solo derrite la nieve y aumenta el derretimiento, sino que también tiene la capacidad adicional de alterar la dinámica de la capa de hielo en un futuro.
Problemas a mediano plazo
Y es que, según el Earth Observatory de la NASA, la lluvia se congela y se convierte en una capa de hielo que es más oscura y, por lo tanto, absorbe más calor que el hielo blanco habitual. También forma una barrera lisa que evita que el agua de deshielo se filtre por debajo de la superficie. Esto puede inundar la superficie y causar aún más derretimiento en elevaciones mayores.
Otro problema relacionado con el calentamiento global lo hemos visto en fechas recientes en Siberia, donde el suelo superó los 48 grados Celsius (118 grados Fahrenheit) en el día más largo del año, algo inédito y que puede tener graves consecuencias para el permafrost y la vida en general.