Una serie de observaciones espaciales realizados con el telescopio Hubble, determinó el lugar del universo en que hay más dificultad para la formación de los planetas.
La zona se llama Westerlund 2, y se encuentra a 20,000 años luz de distancia de la Tierra.
Según un comunicado de la NASA, un estudio de tres años de Hubble «sobre las estrellas en Westerlund 2 reveló que los precursores de los discos formadores de planetas que rodean las estrellas cerca del centro del cúmulo están misteriosamente desprovistos de grandes y densas nubes de polvo que en unos pocos millones de años podrían convertirse en planetas».
¿Por qué pasa eso y la zona de Weesterlund 2 es malo para la formación de planetas?
Lo revelado por la Agencia Nacional del Espacio es que la ubicación dentro de un cúmulo de estrellas es lo que facilita o no la formación planetaria.
Las estrellas más masivas y brillantes del cúmulo se congregan en el núcleo que se encuentra en el centro que contiene al menos 30 estrellas extremadamente masivas, algunas con un peso de hasta 80 veces la masa del Sol. Su abrasadora radiación ultravioleta y vientos estelares similares a huracanes de partículas cargadas difuminan discos alrededor de estrellas vecinas de menor masa, dispersando las gigantescas nubes de polvo, que son ideales para que se formen los planetas.
«Básicamente, si tienes estrellas monstruosas, su energía va a alterar las propiedades de los discos alrededor de las estrellas cercanas y menos masivas», explicó Elena Sabbi, del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial en Baltimore e investigadora principal del estudio Hubble. «Aún puede tener un disco, pero las estrellas cambian la composición del polvo en los discos, por lo que es más difícil crear estructuras estables que eventualmente conduzcan a planetas. Creemos que el polvo se evapora en 1 millón de años o cambia en composición y tamaño tan dramáticamente que los planetas no tienen los bloques de construcción para formar».
La investigadora de la NASA agregó que «Las observaciones de Hubble sobre Westerlund 2 nos dan una idea mucho mejor de cómo las estrellas de diferentes masas cambian con el tiempo, y cómo los vientos poderosos y la radiación de estrellas muy masivas afectan las estrellas cercanas de menor masa y sus discos. Las estrellas de menor masa, como nuestro Sol, que están cerca de estrellas extremadamente masivas en el cúmulo todavía tienen discos y aún pueden acumular material a medida que crecen. Pero la estructura de sus discos (y por lo tanto su planeta- la capacidad de formación) parece ser muy diferente de la de los discos alrededor de las estrellas que se forman en un ambiente más tranquilo más alejado del núcleo del cúmulo. Esta información es importante para construir modelos de formación de planetas y evolución estelar».