La etapa superior del cohete Starship de próxima generación de SpaceX explotó en una enorme bola de fuego en sus instalaciones Starbase cerca de Boca Chica, Texas, el miércoles por la noche. Nadie resultó herido en el incidente.
El vehículo se estaba preparando para la décima prueba de vuelo del cohete más poderoso del mundo, que también incluye la primera etapa del propulsor Super Heavy.
La dramática explosión pone de relieve el enfoque audaz e iterativo de SpaceX para las pruebas de cohetes, que ve las anomalías como una oportunidad de aprendizaje en lugar de un fracaso rotundo.
En lugar de depender únicamente de simulaciones o largas revisiones de diseño, la compañía de vuelos espaciales, fundada por Elon Musk en 2002, prefiere construir y probar rápidamente piezas de cohetes, utilizando los datos recopilados para refinar diseños futuros. La proximidad significa que se esperan eventos espectaculares como el que involucró a la Starship el miércoles.
El controvertido enfoque de SpaceX está diseñado para acelerar el desarrollo al descubrir problemas complejos desde el principio. Es importante tener en cuenta que casi todas las pruebas no están tripuladas y están diseñadas para minimizar el riesgo y maximizar la información para impulsar un proyecto.
En marcado contraste, la NASA prioriza la seguridad y la confiabilidad, al tiempo que considera los posibles desafíos políticos, especialmente después de desastres pasados como los que involucraron al transbordador espacial Challenger y al Columbia. El enfoque diferente significa que los ciclos de desarrollo de la NASA son más lentos y cautelosos, con estrictas reglas de supervisión y adquisición que dificultan la iteración rápida. A diferencia de SpaceX, la agencia espacial estadounidense no tiene como objetivo mover cohetes rápido o producir en masa, sino que se centra en cosas como la investigación a largo plazo y la seguridad humana.
Los críticos han argumentado que el llamado enfoque de «falla rápido, aprende más rápido» de SpaceX plantea riesgos tanto para la seguridad como para el medio ambiente, especialmente cuando se realizan pruebas cerca de áreas pobladas o ecosistemas delicados. A algunos les preocupa que moverse tan rápido también pueda poner en riesgo a los trabajadores y dificultar que los reguladores garanticen la seguridad.
Ya sea que le guste su enfoque o no, SpaceX parece decidido a continuar como de costumbre, aprendiendo lo que pueda cuando todo salga mal. A continuación se muestran seis videos que demuestran cómo a SpaceX le gusta rodar …
Starship, 2025
En primer lugar, la espectacular explosión que destruyó un cohete Starship el 18 de junio de 2025. El CEO de SpaceX, Elon Musk, describió el incidente como «solo un rasguño».
Falcon 9, 2016
El cohete Falcon 9 es ahora el vehículo de batalla de SpaceX, llevando a cabo casi todas sus misiones a la órbita, incluidos los vuelos tripulados hacia y desde la Estación Espacial Internacional. Pero no siempre fue tan fiable. Este incidente ocurrió durante una prueba de fuego estático de rutina del cohete Falcon 9, que se preparaba para lanzar un satélite de comunicaciones.
Starship, 2021
En las pruebas de gran altitud de la nave espacial Starship de etapa superior, el vehículo alcanzó una altitud de aproximadamente 6,2 millas (10 km). Pero después de realizar con éxito varias maniobras planificadas durante su vuelo de seis minutos completamente en solitario, el vehículo no disminuyó la velocidad lo suficiente y no logró alcanzar la orientación correcta para el aterrizaje.
Falcon 9, 2015
Este cohete Falcon 9 explotó unos dos minutos después de despegar de Cabo Cañaveral, Florida, destruyendo una nave de carga Dragon con destino a la estación espacial. La falla se atribuyó a un puntal de acero defectuoso en el tanque de oxígeno líquido que se rompió bajo tensión, lo que provocó que un recipiente de helio se liberara y rompiera el tanque.
Starship, 2023
Durante la primera prueba de vuelo integrado de Starship en abril de 2023, el cohete experimentó múltiples fallos de motor y finalmente perdió el control, lo que provocó su destrucción intencionada antes de alcanzar la órbita. Antes del lanzamiento, Musk había moderado las expectativas al decir que el cohete de 120 metros de altura solo tenía un 50% de posibilidades de alcanzar la órbita.
Falcon 9, 2015
Una parte clave del sistema de vuelos espaciales de SpaceX es la capacidad de reutilizar cohetes, lo que significa aterrizarlos de regreso a la Tierra después de llevar una tripulación o carga útil a la órbita. Si bien ahora ha perfeccionado la maniobra con el propulsor de la primera etapa del Falcon 9, hubo muchos fracasos en los primeros días. Esta es una de ellas.
Una recopilación de los desastres de los cohetes de SpaceX
En 2017, Elon Musk publicó un video recopilatorio que mostraba numerosos desastres de cohetes de SpaceX mientras sus ingenieros continuaban desarrollando la tecnología.