Uno de los grandes temores de todos los habitantes del planeta Tierra es qué pasaría si es que alguna vez toda la vida desaparece de golpe, ya sea por la caída de un gran meteorito o por el choque con otro objeto pesado venido del espacio.
Justamente esto último es lo que quisieron demostrar investigadores de las universidades de Durham y Glasgow, que quiso estudiar qué ocurría con la atmósfera terrestre si es que chocaba con otro planeta a gran velocidad.
Para simular esa improbable colisión han recurrido a un superordenador llamado COSMA (Cosmology Machine) capaz de simular los efectos a nivel tanto de la atmósfera del planeta como de las diferentes capas que lo componen.
«Examinamos los mecanismos por los cuales la atmósfera puede ser erosionada por impactos gigantes en planetas similares a la Tierra con atmósferas delgadas, utilizando simulaciones hidrodinámicas de partículas suavizadas en 3D con resolución suficiente para modelar directamente el destino de atmósferas de baja masa. Presentamos una ley de escala simple para estimar la fracción perdida para cualquier ángulo de impacto y velocidad en este régimen. En el impacto canónico de formación de la Luna, solo alrededor del 10% de la atmósfera se habría perdido por los efectos inmediatos de la colisión», comentan los investigadores.
Lo que sí advierten estos científicos es que, «para impactos frontales, una velocidad ligeramente mayor puede eliminar repentinamente mucha más atmósfera».
La conclusión lógica es que el lugar del impacto, la velocidad y sobre todo el ángulo es lo que determinaría el grado de destrucción de nuestro planeta.