Paul Allen tenía catorce años cuando conoció a Bill Gates en la Escuela Lakeside, en Seattle. Tiempo más tarde, en 1975, ambos decidieron abandonar la universidad y fundar Microsoft.
Allen, que nació precisamente un 21 de enero, pero de 1953, se convirtió en uno de los cofundadores de una de las compañías más importantes del mundo.
Sin embargo, haber sido diagnosticado con cáncer en 1983 lo llevó a abandonar Microsoft, aunque no renunció a sus acciones (era propietario del 36 por ciento de la empresa).
Una relación difícil
Esto terminó marcando una de las mayores polémicas de su vida, ya que en su libro autobiográfico Idea Man (2011), Allan acusa a Bill Gates de querer “eliminarlo” de la compañía, ya que no consideraba que trabajaba lo suficiente debido a su enfermedad.
Posteriormente, en una entrevista con Vanity Fair, Allen llegó a tratar a su compañero de “oportunista mercenario”, afirmando que este cisma terminó destruyendo gradualmente su amistad y la “capacidad para trabajar juntos”.
En una edición posterior de su libro, Paul Allen incluyó un epílogo donde aclaraba que él y Gates ya habían dejado atrás sus diferencias.
Una foto compartida en Twitter así lo dejaba en claro.
So much fun catching up w/ computing pioneers at the #LCMCelebration last night! Here I am with old friend @BillGates pic.twitter.com/a5aQaamH9H
— Paul Allen (@PaulGAllen) April 4, 2013
Allen falleció en 2018 a causa del cáncer del sistema linfático que lo afectaba. Es probable que su aporte a Microsoft y a la industria de la tecnología nunca sea reconocido como se merece y permanezca siempre a la sombra de Bill Gates. En parte, porque su carácter nunca fue tan mediático como el del magnate, además de mantener un perfil bajo de manera constante.
A Paul Allen sí se le reconoce su labor como filántropo, ya que fue uno de los millonarios que más dinero aportó a distintas fundaciones. De hecho, se calcula que donó más de dos mil millones de dólares a 1,500 organizaciones distintas.
También se le recuerda por su faceta alejada de los negocios y la innovación como guitarrista, seguidor de Jimi Hendrix y propietario de equipos de la NFL y la NBA.
¿Cuánto del crecimiento y auge de Microsoft se le deben a Allen? Seguramente la historia dirá la última palabra cuando llegue el momento de las reconsideraciones.