Revolución, tendencia, pésima idea. Las opiniones están divididas sobre la última versión del muy asequible compacto SUV de Volkswagen. Desarrollado principalmente para el mercado europeo, el T-Roc Cabriolet parece querer llenar el vacío que dejaron las desaparecidas ediciones convertibles del Beetle y el Golf.
El vehículo es indesmentiblemente parecido al más voluminoso Tiguan cuando se le mira desde el frente, pero presenta una configuración exclusiva de dos puertas y una capota de suave tela que se abre y se cierra con solo presionar un botón. Varios dicen que es la alternativa económica al Range Rover Evoque descapotable que Land Rover planea para la segunda generación del modelo.
El T-Roc Cabriolet tiene como opcional el sistema de infoentretenimiento MIB3, que se despliega en una pantalla táctil de 8.0 pulgadas y está permanentemente conectado a Internet si el propietario lo desea. También está disponible un grupo de instrumentos digitales de 11.7 pulgadas, que el conductor puede configurar usando los comandos del volante.
Dos motorizaciones estarán a la venta. La unidad de nivel de entrada contará con un sobrealimentado de 1.0 litro y tres cilindros, que entrega 115 hp. La versión superior equipará un turbo de cuatro cilindros y 1.5 litros capaz de ofrecer 150 hp. Para la transmisión también hay dos alternativas: manual de seis velocidades y automática de siete.
De momento, solo habrá tracción delantera, pero las opciones adicionales podrían llegar más adelante. No estaría nada de mal un Cabriolet propulsado por el turbo de cuatro cilindros y 300 hp del T-Roc R.
Volkswagen presentará el descapotable en el próximo Salón de Fráncfort, que se desarrollará en septiembre. El modelo llegará a los mercados internacionales antes de finales de 2019, pero no lo veremos en Estados Unidos. Solo el tiempo dirá si más fabricantes se atreven con la fórmula o se convertirá en una rareza de la talla del Nissan Murano CrossCabriolet.