En 2006, mientras jugabas Mario Kart en tu Nintendo DS, una misteriosa compañía automotriz encabezada por un excéntrico magnate lanzaba un convertible eléctrico de dos asientos llamado Roadster. Ese modelo fue el que impulsó a Tesla al estrellato, pero la firma lo dejó en el olvido sin mayor ceremonia durante su crecimiento en esta década. A días de que acabe 2019, es casi como si nunca hubiera existido. Ahora, uno de sus ejecutivos de alto rango escribió a los dueños de Roadster para informarles que su auto finalmente recibirá algo de la atención que merece.
“Estamos conscientes de que necesitamos mejorar el servicio para el modelo. Estamos instalando un canal dedicado para ayudarte con todas las necesidades de tu Roadster. Hablamos de asesores de servicio, técnicos de servicio y centros de reparación”, escribió el presidente del área automotriz de Tesla, Jerome Guillen.
Aquellos que tienen este auto han recibido la noticia con los brazos abiertos, pues mantener este coche en las calles se ha vuelto cada vez más difícil. Tesla ya no fabrica refacciones ni tampoco permite que los dueños programen una cita de servicio a través de su aplicación.
Tesla aún es una compañía relativamente joven, por lo que nunca había tenido que preocuparse por su herencia. No obstante, conforme el Model S se acerca a su décimo cumpleaños, la firma tendrá que decidir qué hacer acerca del creciente número de autos antiguos que siguen en las calles. Llegará un día en que Tesla deba abrir una división dedicada a los carros clásicos, tal como la tienen sus rivales.
Una alternativa que Guillen ofreció a los dueños de Roadster es la opción de canjear su convertible y usar el dinero para adquirir un Tesla más reciente, como un Model 3 o un Model X. Otra opción es usar el pago inicial en el próximo Roadster, que podría salir al mercado durante 2020. Al cierre de esta nota, Tesla no había detallado cuánto está dispuesta a pagar por un Roadster de segunda mano.