La primera Chevrolet Tahoe fue presentada en 1995. En 25 años de existencia, tiene fama de ser un vehículo familiar, así como un auto de policía, militar y todoterreno.
General Motors presentó en diciembre de 2019 la Tahoe y la Suburban, dos íconos de la marca. En aquella ocasión, se destacó principalmente que habían crecido. La Tahoe era tan grande como la Suburban antigua, y esta última un auténtico camión de pasajeros para uso personal.
La versión High Country de prueba es la más lujosa y, por ende, la más costosa. Su precio inicial es de $72,600 dólares, pero la unidad examinada tenía opciones extras que elevan su costo.
Gracias a una suspensión magnética estándar y una opción de suspensión de aire (un extra por $1,000 dólares), el manejo es como ir en una cama de nubes, pues minimiza las imperfecciones de la carretera.
El motor de la Tahoe High Country es el más poderoso de la gama, un EcoTech3 de 6.2 litros repartidos en ocho cilindros con 420 caballos de fuerza. Definitivamente, no es un auto amigable con el medio ambiente, pero sí uno ideal para viajes largos.
La unidad de prueba tenía un sistema de entrenamiento para los asientos traseros, dos pantallas de alta definición de 12.6 pulgadas, ambas con controles táctiles.
El paquete de tecnología también incluye piloto automático adaptable, control integrado para freno de remolque, entre otros beneficios, por un precio adicional de $3,355 dólares.
Este SUV es considerado único en su clase. Existen muy pocas comparaciones en su segmento. Su uso específico son los viajes en carretera y familias numerosas, pues el manejo diario se vuelve un poco incómodo por la búsqueda de estacionamiento y las calles estrechas.
La etiqueta de la Tahoe High Country 2021 con opcionales alcanza los $81,845 dólares, definitivamente algo para pocos, pero ampliamente recomendable.