No es lo que esperaramos poco de un Aston Martin pero no podemos imaginar algo mejor por parte de un GT.
Ventajas
- Simplemente míralo: es hermoso
- Calidad de manejo excelente en cualquier modo
- Increíble toque en el rango medio
- El ruido del V12
- Cómodo por dentro
Desventajas
- La caja de cambios es suave pero lenta
- Sistema de infoentretenimiento carece de CarPlay y Android Auto
Desde las alturas de la ciudad de Berchtesgaden, en los Alpes bávaros, se divisan exuberantes valles, colinas y lagos. Consciente de su valor estratégico, el régimen de Hitler gastó hace poco menos de un siglo el equivalente de $150 millones de dólares en la construcción de edificios militares y residencias de descanso en el extremo sureste de la actual Alemania. Aparte de estos oscuros pasajes de la historia, sus miles de visitantes encuentran hoy allí cerveza y pasteles. Hacia el este, el Rossfeld Panorama Strasse ofrece una vista de 360 grados, que alcanza a la frontera con Austria. La imagen es tan impresionante como un deportivo británico que acaban de conocer sus calles.
Una carrocería en tono carmesí, unas llantas negras y abultadas defensas asoman entre la multitud de espectadores. Si te gustan las novelas policíacas, sabrás que juntando pistas podrás revelar el modelo del que hablamos: el DBS Superleggera de Aston Martin. Sucesor del aclamado Vanquish, la inconfundible placa DBS (estrenada en 1967) adorna una vez más el coupé más emblemático de la centenaria factoría londinense. El último elemento de su nombre está igualmente impregnado de historia, dado que la firma italiana Carrozzeria Touring Superleggera fue la encargada de diseñar a fines de la década del 50 el icónico DB4 con sus secretas fórmulas para crear carrocerías superligeras.
Es precisamente lo que Aston nos ha dado: más ruido, más furia.
Sin embargo, el Aston Martin DBS Superleggera 2019 solamente tiene el nombre de anticuado. Su sorprendente cubierta oculta una avanzada aerodinámica y un tren motriz apoyado con la tecnología de par vectorizado (o “torque-vectoring”), que le permite competir con cualquier superdeportivo actual. La muy exclusiva combinación de potencia y confort del último DBS (avaluado en $308,081 dólares) rivaliza con el 812 Superfast de Ferrari ($315,000 dólares) y, menos directamente, con el 720S de McLaren ($ 288,845 dólares). Veamos qué tal rinde.
Tecnología que no empaña
Si eres de esos que compran autos GT por la tecnología de su interior, es probable que este británico te decepcione. Ferrari lleva una ligera ventaja con su interfaz derivada de FCA, aunque tanto su Superfast está bien equiparado con el DBS y el 720S en la lucha por ofrecer el mejor sistema de infoentretenimiento. El más reciente DBS fue provisto del equipamiento electrónico que se encuentra retirando Mercedes-Benz, caracterizada por un controlador completamente digital y una pantalla central de 8.0 pulgadas. Los puntos destacados incluyen un sistema de cámara con visión envolvente, transmisión de audio y teléfono vía Bluetooth, navegación y Wi-Fi. ¿Qué pensarías si te contamos que ni Apple CarPlay ni Android Auto vienen de serie y tampoco están disponibles como opcionales?
Aprender a operar este sistema no táctil a través del controlador montado en la consola es un poco trabajoso, pero posible luego de practicar un rato. Los botones de la consola central y los accesos directos programables reducen un poco el tiempo. En términos de seguridad, Aston Martin no se molestó con equiparlo con control de crucero adaptativo, alerta de cambio involuntario de carril o el frenado de emergencia automático, que van a contramano con la esencia de un GT.
En verdad, nada de esto importa mucho, porque la exquisita cabina del DBS Superleggera simplemente eclipsa cada una de sus debilidades tecnológicas. Lo esencial está aquí: un sistema de sonido envolvente Bang & Olufsen, entrada sin llave (keyless), asientos con calefacción y ventilación, y asistencia para el estacionamiento. Artículos más sofisticados solo opacarían la grandeza del habitáculo.
Brutal suavidad
El Vanquish S fue apreciado no solo por su provocadora personalidad, sino que por su V12 de 6.0 litros aspirado que lo impulsaba con una armoniosa melodía. Por desgracia, los tiempos de los motores convencionales ya pasó e incluso la ilustre línea DB debió recurrir a la turboalimentación en pos de un rendimiento más eficiente.
Debajo de la cubierta de fibra de carbono del DBS Superleggera, encontramos una versión modificada del V12 biturbo de 5.2 litros del DB11, que ostenta 715 caballos de fuerza (hp) y un par máximo de 664 lb-pie (lb-ft) (900 Nm). Sus números impresionan, pues son 135 hp y 199 lb-pie (270 Nm) mejores que los del Vanquish S y 85 hp superiores al más brioso DB11. ¿Milagro? No tanto, pues se aumentó la presión en el turbo (4.4 psi más que el DB11 AMR) y se perfeccionó el sistema de refrigeración. Adicionalmente, Aston Martin acortó la relación de transmisión final del DB11, para fijarla en 2.93:1, en coincidencia con los parámetros del Vantage.
La potencia llega al tren posterior a través de la última transmisión automática de ocho velocidades de ZF y un diferencial con torque vectorizado. Sus neumáticos Pirelli P Zero (de 265 mm de ancho adelante y 305 atrás) y sus dos primeras marchas limitadas le aseguran la tracción de una retroexcavadora, y lo llevan a las 60 millas por hora (mph) (97 kilómetros por hora, kph) en apenas 3.4 segundos. Y aunque el Superleggera está por detrás de sus rivales en aceleración, su alcance medio es formidable y su velocidad máxima coincide con las 211 mph (340 kph) del 812 Superfast.
Los números nos dicen que el DBS Superleggera se acerca firlmente a desempeño del Vanquish S, pero ¿cómo es la experiencia sensorial? Quedamos un poco decepcionados con la nota del escape silenciado del DB11 V12 y esperábamos algo más del último Aston Martin. ¿Y qué encontramos? más ruido y más furia. El escape de cuatro salidas suena aproximadamente 10 decibelios más alto que el DB11 y le roba un exquisito tono al motor. Dentro de la cabina, los pasajeros perciben mínimos ruidos de la carretera y el viento, por lo bien pueden concentrarse en la plática o el susurro del 12 cilindros.
El buque insignia de la fábrica con sede en Gaydon tomó prestada su parte delantera del Vantage y conservó el subchasis trasero independiente del DB11, una estructura que impide el balanceo que sentimos a bordo del DB11 pero manteniendo la conducción flexible esperable de un gran turismo. Fue precisamente en las muy sinuosas carreteras de las montañas bávaras donde pusimos a prueba la dinámica del DBS Superleggera, que demostró estabilidad y una intuitiva maniobrabilidad.
Diseño interior y exterior
Un rendimiento exuberante y una nota de escape se pueden copiar, pero es el diseño es la más incomparable expresión de un Aston Martin. Es una pena que el DBS Superleggera se asemeje tanto al Vanquish S, el coche más hermoso del siglo XXI. Desde el frontal, emana poder a través de la malla negra y el prominente borde del capó; los conductos de aire se extienden como alas por delante de las llantas de 21 pulgadas con acabado negro; los laterales acampanados enfatizan la línea del techo que se estrecha hacia adentro, y las delgadas luces traseras led se conectan por encima de una placa cromada de la marca.
Su estampa hace del DBS Superleggera un carro más musculoso que el DB11 o el Vanquish, aunque es empañada por la leve pérdida de estilo. En lugar de un alerón llamativo o canales de aire, el buque insignia integró la aerodinámica en su carrocería esculpida. Un difusor trasero más grande, salidas de guardabarros más amplias, canales de aire en las molduras y un deflector de fibra de carbono mejoran las características aerodinámicas respecto del DB11. Para honrar a su homónimo, el Superlight, la casa europea sustituyó la fibra de carbono para rebajar 154 libras (70 kilos) de la estructura que heredó del DB11 AMR.
En el interior, exclusivos adornos y detalles iluminan su de por sí lujosa cabina. Cada trozo de cuero proviene de Escocia, donde el ganado de pelo largo produce pieles perfectas y libres de marcas de alambre de púas o picaduras de mosquitos. Tal calidad libera a Aston Martin del recubrimiento plástico y de otros materiales, que atentan contra la textura o el aroma natural de los materiales orgánicos. Cada par de butacas es instalada a mano para asegurar la proporcionalidad de sus líneas. Diseños únicos en los asientos y el techo deslumbran tanto como el sensual exterior del coupé.
La carcasa del tablero del DBS es particularmente genial, con aletas que se extienden hacia el conductor para canalizar su atención. El volante hexagonal (con partes superior e inferior planas) se complementa con un par de delgadas paletas de cambio. Inserciones de fibra de carbono para la consola y los paneles de las puertas mezclan en armonía las expresiones deportivas con los tonos de lujo. Para los pocos afortunados que monten una Superleggera, recomendamos pasar un buen rato inspeccionando la cabina. Una opulencia como esta merece ser cuidadosa apreciada.
Paz interna
El increíble rendimiento puede ser replicado, pero el exquisito diseño es la expresión inigualable de un Aston.
Cada nuevo Aston Martin viene con una garantía de kilometraje ilimitado de tres años, en coincidencia con la cobertura de Ferrari y McLaren. Una vez cumplido el plazo, Aston Martin ofrece una garantía extendida (nuevamente con millas ilimitadas) por hasta siete años (renovables cada 12 o 24 meses). Cada temporada cuesta $3,600 dólares, pero cuando el auto cuesta más de $300 mil dólares cualquier cosa que se rompa costará una enormidad. McLaren ofrece la misma fórmula, mientras que pero Ferrari va un paso más allá, al ofrecer hasta 15 años (12 adicionales a los tres primeros que consideran todos los fabricantes).
Tal como otras casas de automóviles exclusivos, Aston Martin no está sujeta a las mismas pruebas de impacto que los fabricantes de carros convencionales. Por lo mismo, no tenemos un puntaje objetivo para medir la seguridad del DBS Superleggera, pero sabemos que viene de serie con cortina lateral, airbags de doble etapa delanteros, de rodilla y de cinturón de seguridad, pretensores de cinturones de seguridad, luces led y luces traseras.
Los rivales
El club de los 700 hp crece todo el tiempo, pero los contendores directos de la última creación de Aston Martin forman un grupo más pequeño. Lo más probable es que, si piensas comprar el DBS Superleggera, también estés considerando el 812 Superfast de Ferrari. Estos dos «Super» ofrecen enfoques únicos para iguales exigencias: comodidad para los recorridos largos y suficiente potencia para que nadie te vea ni el polvo entre el punto A y B. Si nos vamos a los números, veremos que el Ferrari cuenta con más potencia (789 hp), menos torque ( 530 lb-ft) y llega a las 60 mph más rápido (2.9 segundos). Objetivamente, el Superfast es más rápido, pero carece del encanto y el confort del Superleggera.
A la carta
Las amplias opciones de personalización de Aston Martin, tanto a través de la configuración estándar como a través de su marca «Q», brindan a los propietarios la oportunidad de diferenciarse de cualquier otro. Al igual que la mayoría de los fabricantes de superdeportivos, el configurador en línea de Aston no revela los precios. “Si tiene que preguntar, probablemente no puede pagarlo”, han pensado… Aún así, nuestra decisión fue por un exterior en Arden Green, el paquete exterior de fibra de carbono y techo en el mismo material, llantas negras de 21 pulgadas con radios en Y. También nos gustarían pinzas de freno amarillas, insignias en fibra de carbono y cubierta de motor dorada. Finalmente, nos inclinamos por cuero interior Balmoral, asientos de color gris titanio con detalles en dorado miel, asientos con calefacción y ventilación, techo gris Alcantara, incrustaciones de tamo teñidas en ceniza, sistema de sonido Bang & Olufsen y alfombras de color gris fantasma.
Debes tenerlo
Cada vez que los fabricantes lanzan un lujoso automóvil de alto rendimiento, vuelven a escribir un nuevo libro. Los más finos detalles de la cabina, la potencia de los motores y la aerodinámica mejoran en cada modelo. Sin embargo, algunas cosas nunca cambian. Y Aston Martin continúa diseñando algunos de los vehículos más elegantes que conozcamos, automóviles con vitalidad y atractivo. Con mejoras en todos los ámbitos, el DBS Superleggera es un digno sucesor del Vanquish S y una atractiva alternativa al Ferrari 812 Superfast. No es que esperáramos menos de un Aston Martin, pero ahora no podemos imaginar más de un GT.