Hyundai retoca estéticamente el Veloster 2019, dándole características aerodinámicas.
Contents
Ventajas
- Motor 2.0 potente
- Rediseño aerodinámico
Desventajas
- Diseño asimétrico
- Nivel de consumo de gasolina que el antecesor
Más estilizado, potente y espacioso es el Veloster de segunda generación lanzado este 2019, el modelo más deportivo de Hyundai. Provisto de dos motores que funcionan con gasolina de 2.0 y 1.6 turbo, sigue conservando su esencia de coupé y el dinamismo de un hatchback.
La primera novedad es una oferta a la vista: el fabricante surcoreano imprimió marcados contrastes en el diseño de ambas versiones, que hacen muy sencillo diferenciar la versión atmosférica de la sobrealimentada.
A través de unas 62 millas (100 kilómetros) de autopista, pudimos probar la primera de ellas, que en esta completamente nueva edición representa la de entrada, sustituyendo la aspirada de 1.6 litros.
Asociado a una caja automática de seis velocidades –aunque también existe la opción de una mecánica con la misma cantidad de marchas-, el flamante bloque NU 2.0 MPI Atkinson entrega 147 caballos de fuerza (hp) a las 6,200 revoluciones por minuto (rpm) y 132 lb-ft (179 Nm) de torque a los 4,500 giros. El desempeño representa un avance respecto de su predecesor, que ofrecía 138 hp y 123 ft-lb (167 Nm).
El 2.0 cuenta con seis líneas en la parrilla hexagonal en cascada propia de la marca, luces halógenas y una salida de escape.
En su diseño exterior, son comunes en ambas variantes las líneas horizontales, las tomas de aire frontales inferiores y la manilla de la única puerta trasera (del lado del copiloto), que se halla oculta en el marco de la puerta.
A diferencia del turbo, el 2.0 cuenta con seis líneas en la parrilla hexagonal en cascada propia de la marca, luces halógenas y tan solo una salida de escape, además de una moldura lateral inferior más conservadora.
El Veloster 2019 de entrada también ha crecido hasta las 1,669 pulgadas (4,240 mm) de largo; las 705 pulgadas de ancho (1,790 mm) y las 555 pulgadas de alto (1,409 mm), aunque mantuvo la distancia entre ejes en 1,043 pulgadas (2,650 mm).
Enfocado en el conductor, interiormente también exhibe mejoras, como las 359 pulgadas (911 mm) de espacio de cabeza para la segunda fila (15 mm adicionales) o las 560 pulgadas (1,423 mm) en el espacio para los hombros de la primera corrida de butacas (11 mm de ganancia).
En términos de equipamiento, cuenta con una pantalla táctil de infoentretenimiento compatible con Apple CarPlay y Android Auto de siete pulgadas, una más pequeña que la variedad turboalimentada, así como tapices de tela con vivos azules.
Un botón rectangular en la consola central te permite cambiar entre cuatro modos de conducción: Normal, Eco y Sport, además de un Smart, que crea autónomamente el perfil del conductor según sus hábitos al volante y se pasea entre las tres primeras opciones según corresponda.
Una muy entretenida funcionalidad de la que carece la unidad atmosférica es la posibilidad de mostrar en dicho monitor los indicadores de fuerza G, carga del turbo y torque.
Para mejorar la aerodinámica del carro, los ingenieros de Hyundai idearon un par de tomas de aire inferiores en el frontal, que generan una cortina en la rueda y elimina la turbulencia, y perfeccionaron el alerón trasero. Gracias a esas modificaciones, señalaron desde la marca coreana, el coeficiente de arrastre se ubicó en 0.32, superando a competidores como el Mini Cooper o el Volkswagen Scirocco R.
Estructuralmente, el ejemplar salido de la planta de Ulsan también es más rígido, gracias a su construcción con aceros de alta resistencia estampados en caliente, lo cual lo hace más rígido y más estable en movimiento. De hecho, el coeficiente de rigidez ha crecido 28 por ciento, hasta 27.6.
Hyundai también destacó las mejoras en la dirección y la suspensión trasera.
Hyundai también destacó las mejoras en la dirección y la suspensión trasera, que abandonó el eje de torsión por la configuración multibrazo, que le permite una mejor reacción en curvas.
En rendimiento, la marca surcoreana informó un rendimiento combinado de 33.4 millas por galón o 14.2 kilómetros por litro para la versión con transmisión automática, mientras que la unidad con caja manual ofrece un mixto de 32.7 mpg o 13.9 kml.
Según versiones, el Veloster 2019 cuenta con hasta seis bolsas de aires (doble frontal, laterales y de cortina), control de estabilidad, asistente de partida en pendiente y cámara de retroceso con guías móviles, la cual se complementa con el asistente de estacionamiento trasero.
La unidad de prueba cuenta con ocho opciones de color: Cobalt Eclipse, Lake Silver, Tangerine Comet, Chalk White, Space Gray, Dark Night, Ignite Flame y Phantom Black.