Noruega ya se considera uno de los lugares más favorables para ir en bicicleta del mundo, pero una ciudad todavía quiere ir un paso más allá.
Gracias a su hotel para bicicletas (o sykkel hotell), viajar en dos ruedas nunca había sido más conveniente.
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Situado junto a la estación de tren de Lillestrøm, esta instalación fue construida para que la bicicleta fuera una opción mucho más atractiva.
Por ello, ofrece más de 5.000 pies cuadrados para guardar bicicletas. Y no sólo eso, sino que el área de almacenamiento está completamente cerrada por lo que no tendrás que usar la bici de nuevo con el sillín mojado.
Los hoteles como éste, están siendo solicitados por los Ferrocarriles Nacionales de Noruega como un espacio público, de manera que han estado apareciendo cerca de las estaciones de tren en toda la nación. Gracias a su diseño moderno, la estructura ayuda tanto a ciclistas como para el público en general.
Es más, este hotel de bicicletas fue diseñado por varios arquitectos para ser (engañosamente) simple. La construcción cuenta con hermosas paredes de cristal transparente y un techo de madera. Las paredes llenan el espacio con la luz natural durante el día y el resplandor de las luces interiores por la noche. Se colocaron espacios finos entre los paneles de vidrio para permitir la ventilación natural.
Tal estructura ya era suficiente así, pero los diseñadores quisieron que este hotel enviara un mensaje. Por ello, al subir una serie de escaleras, se puede disfrutar de una azotea verde con rampas y bancos inclinados. Allí, la gente es libre para sentarse a disfrutar de la vista de la ciudad.
Gracias a su diseño verde, el edificio tiene un consumo de energía increíblemente bajo. El techo absorbe el agua de la lluvia para proporcionar aislamiento natural del calor y del frío extremos. Y, en combinación con las paredes de vidrio ventilado, el resultado es una estructura que sólo requiere de una pequeña cantidad de energía para encender las luces por la noche.
Este maravilloso hotel abrió oficialmente sus puertas el mes pasado, ofreciendo un lugar seguro para guardar la bicicleta por un pequeño suplemento.
Con suerte, otras áreas aprenderán de su éxito. Y mientras muchas ciudades buscan la manera de reducir los gases del efecto invernadero y el tráfico, Noruega ofrece una solución muy elegante.