El último Nissan GT-R se ha hecho más refinado en su última actualización, aunque mantiene las cuotas de rendimiento que esperaríamos en él. Debemos recordar que se trata de un deportivo de tracción en las cuatro ruedas con un motor V6 de 3.8 litros twin turbo bajo el cofre, y que produce 565 caballos de fuerza. Casi nada.
La actualización de un auto con estas características debe por ello centrarse no tanto en la potencia, sino en otros detalles que, a la larga, señalarán la diferencia entre un modelo y otro. En este caso, una multitud de ajustes —dentro y fuera— para mejorar un ya legendario nivel de rendimiento. Refinarlo, en otras palabras.
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A primera vista, basta una sola mirada para ver cómo el GT-R 2017 se diferencia de sus predecesores. En primer lugar, el parachoques frontal es un poco más ancho (y amedrentador), junto con la rejilla V-Motion, instalada en todos los productos Nissan. También consigue un mejor aprovechamiento del espacio delantero, permitiendo un mejor flujo de aire. La ampliación de esta parte se ha realizado con especial cuidado para no crear resistencia adicional, a la vez que se mejora la refrigeración del motor. Incluso la tapa del cofre ha sido ligeramente inclinada para aumentar su rendimiento aerodinámico. En pocas palabras: más eficiente, más ágil, y de aspecto más rudo.
La parte posterior de GT-R muchas veces se mira más que la parte anterior, y por lo mismo debemos aquí decir que el modelo conserva sus luces traseras redondas. El parachoques de GT-R Nismo 2015 parece ser ahora estándar, junto con unas nuevas tomas de aire laterales y un difusor plateado para el flujo de aire más suave.
Con una potencia de 565 caballos de fuerza y 467 libras-pie de torque, el GT-R tiene una banda de potencia más amplia y la mejor aceleración de la gama media. El refinamiento del auto es bastante notable, con cambios en la presión de sobrealimentación, enfriamiento y encendido diseñados para aumentar la eficiencia.
La energía se canaliza a través de una transmisión de doble embrague de seis velocidades secuencial que consigue que la transiciones de marchas se sientan más suaves, particularmente a velocidades más bajas, momento en el cual las anteriores versiones del GT-R parecían más torpes.
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El Nissan GT-R 2017 se basa en el legado que el chasis R35 ha venido desarrollando desde hace una década. Sigue siendo un auto poderoso, increíblemente fácil de controlar, aunque se ha añadido una suavidad que hace que sea más fácil de conducir, especialmente cuando no necesitas “devorar” curvas a alta velocidad.
Todas estas mejoras pueden ser tuyas por unos $109,990, un precio que a primera vista puede parecer elevado, pero que permanece aún muy por debajo del precio de venta de varios de sus competidores directos.