Pese a su limitado portafolio y la sobriedad que la caracteriza, Mazda ha conseguido ubicar dos de sus productos en la lista de los 100 modelos más vendidos en Estados Unidos.
Transcurrida la primera mitad de 2019, la familiar CX-5 se ha ubicado entre los 30 favoritos del público, con casi 75,000 unidades, desplazando en volumen a variedades como Ford Edge, Chevrolet Colorado, Tesla Model 3 o Toyota 4Runner.
En esa misma gama Todoterreno y Utilitarios, la unidad mayor del fabricante japonés lo constituye la CX-9, una SUV con siete plazas distribuidas en tres filas de asientos, que se inscribe en un segmento en el que mandan Ford Explorer y Chevrolet Traverse.
Honda Pilot, Hyundai Santa Fe y Toyota son otros de los competidores del vehículo, cuya gama tiene cuatro niveles de acabado, partiendo por el Sport (desde $32,280) y terminando con el Signature (desde $45,365), del que nos encargamos en este capítulo de MotorTech.
La variedad comparte un motor gasolinero sobrealimentado de 2.5 litros y una transmisión automática de seis velocidades, una mezcla que genera una potencia máxima de 250 caballos de fuerza (hp) y un torque de 310 libras-pie (420 Nm), además de un rendimiento que promedia las 23 millas por galón (9.8 kilómetros por litro).
En su versión Signature, la Mazda CX-9 tiene una única limitación: la tracción en las cuatro ruedas. El resto es pura ganancia, desde el agresivo frontal que la hace parecer un deportivo hasta sus asientos de piel Nappa Auburn.
Entre otros destacados el exterior, están las llantas de 20 pulgadas, el techo panorámico eléctrico, los retrovisores plegables eléctricos automáticos y la parrilla portaequipaje de aluminio.
En su cabina, se disfruta de un tablero de instrumentos de LCD, un sistema de sonido envolvente Bose Centerpoint 2 con 12 bocinas y una radio satelital SiriusXM21. Su sistema de infoentretenimiento compatible con Android Auto y Apple CarPlay se despliega en una pantalla táctil de ocho pulgadas.