La lógica indica que, sin considerar el portamaletas, un coupé tiene dos puertas y un sedán cuatro. Pero Mercedes-Benz se ha encargado de ir a contramano del paradigma. En 2004, el fabricante alemán lanzó la primera generación del CLS, un “coupé de cuatro puertas” con un estilo más elegante que promedio que nos tenían acostumbrado a mostrar los sedanes. Por irónico que suene, el lujoso modelo, que rompió el molde de un estilo de carrocería de dos puertas, generó un segmento completo de automóviles de similar estilo.
La pregunta que nos hicimos al enfrentarnos a la versión 2019 del CLS450 4Matic es si sería capaz de mantener el liderazgo en el nicho que él mismo creo ante la arremetida de competidores como el BMW Serie 6 Gran Coupé, que se apronta al final de su carrera, o el recién rediseñado Audi A7. Acompáñanos a buscar la respuesta.
Aunque no existe una fecha determinada, se estima que el desembarco del modelo en Estados Unidos será con una oferta generosa, con las variedades CLS450 y las más deportivas AMG CLS53, con tracción trasera o integral 4Matic para la primera y la obligada 4Matic+ para la segunda. La prueba por las lluviosas calles y avenidas de Nueva York y Nueva Jersey la hicimos a bordo de un CLS450 4Matic. Con los valores en el terreno de la incógnita, la unidad para el test venía con varios opcionales, como suspensión neumática, grupo de instrumentos digitales de 12.3 pulgadas, sistema de sonido envolvente 3D Burmester y no pocas asistencias a la conducción.
Interior y tecnología
A cualquiera que haya pasado tiempo en un Clase S o Clase E de última generación, el interior del CLS450 le parecerá inmediatamente familiar. Conserva en su habitáculo el mismo elaborado sistema de infoentretenimiento Comand, integrado por en una pantalla central de 12.3 pulgadas controlado tanto desde el panel táctil y como desde la rueda que se encuentra en la zona inferior de la consola central.
Adicionalmente, el CLS450 4Matic de prueba ostentaba el grupo opcional de instrumentos digitales de 12.3 pulgadas, que constituye un amplio panel conocido en la filial de Daimler AG como “la tabla de surf”. El sistema es compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Como si eso no fuera suficiente, el ejemplar también estaba provisto de la pantalla de visualización frontal opcional. Como ya pueden sospecharlo, estuvimos al borde de la sobrecarga de información.
Desde los medidores digitales hasta los mapas de navegación, los gráficos fueron delicadamente representados. La mezcla de los controles en el volante, la funcionalidad de la rueda táctil y los comandos de voz hacen que sea relativamente sencillo activar realizar funciones básicas. Pero otras opciones, como los ajustes de la pantalla de visualización frontal, están algo más ocultas en los menús. La pantalla central, además, incluye íconos que te hacen pecar de inocente, dado que no es difícil creer que es táctil cuando en verdad no lo es. Al igual que muchos otros sistemas de presentes en la cabina de los automóviles de lujo, el infoentretenimiento del CLS funciona, pero requiere primero que te acostumbres, porque familiarizarse implica una suave curva de aprendizaje.
El resto del interior presenta exactamente el nivel superlativo de calidad al que nos tiene acostumbrados Mercedes. No estamos seguros de que existan árboles que produzcan madera plateada… de todos modos, las incrustaciones lucen geniales. No menos atractivas, asoman las bocinas del sistema de audio Burmester, las salidas de aire circulares dispuestas en fila y la luz ambiental (que puede ser controlada por voz y que ofrece una variopinta gama con 64 tonalidades), que tiene el potencial para convertir el habitáculo en un club nocturno. Al igual que el sistema de infoentretenimiento, el diseño del interior toma en general muchos elementos de los sedanes Clase E y Clase S.
El CLS es más o menos del mismo tamaño que sus pares de la Clase E, línea con la cual comparte una plataforma básica, pero la línea de su techo reduce la altura total del vehículo y la capacidad del maletero también se vio limitada. Nosotros creemos que es el costo que te exige una conducción con estilo, un precio que los consumidores han estado dispuestos a pagar no solo por las dos generaciones anteriores del CLS, sino también por sus principales rivales, entre los cuales resaltan el Audi A7 y el BMW Serie 6 Gran Coupe. El problema es que incluso el “bimmer” –por si no lo sabías, es como se les denomina cariñosamente a los vehículos de la casa muniquesa- ofrece más espacio para la cabeza, las piernas y los hombros tanto en la fila delantera, como en las butacas traseras. Del Audi, preferimos no opinar, porque está por lanzar en los Estados Unidos su modelo 2019 rediseñado y no hemos tenido a la vista las especificaciones sobre sus dimensiones.
Mercedes decidió dotar al CLS con un arsenal de prestaciones que ya habíamos conocido en otras de sus variedades. Por ejemplo, nuestro auto de prueba tenía el paquete opcional de asistencia al conductor, que incluye el control de crucero adaptativo Distronic, y asistencias de dirección activa y límite de velocidad, que controla la aceleración de acuerdo a los parámetros máximo permitidos localmente. Entre otros, pudimos observar la presencia del sistema de frenado activo, que detiene el coche o bien disminuye su velocidad autónomamente al detectar situaciones de emergencia; asistencia activa tanto de punto ciego como de alerta de cambio involuntario de carril, y otro instalado en las butacas denominado “Pre-Safe Impulse Side”, que aleja a los pasajeros de las puertas y las ventanas cuando los sensores anteriores y laterales del vehículo advierten la inminencia de una colisión.
Afortunadamente, no tuvimos la posibilidad que probar esta función, pero sí experimentamos con algunas de las otras. Al igual que otros sistemas adaptativos, Distronic puede ajustar automáticamente la velocidad según qué tan ligero circule el automóvil que te precede. Advertimos que actuó con algo de retraso cuando el primer coche desaceleró y volvió a tomar impulso. Eso sí, el asistente para mantenerse dentro el carril no fue del todo amable, pues se manifestó con una agresiva maniobra apenas detectó que una de las ruedas traspasaba los límites.
Experiencia al volante
Bajo el capó, el CLS450 ofrece cosas viejas y otras nuevas. De partida, es el primer Mercedes desde 1999 que tiene un motor de seis cilindros en línea, no obstante funciona apoyado por el nuevo sistema semihíbrido EQ Boost, que es exclusivo de la casa germana.
¿Por qué retomar en su motorización una fórmula que suena como perdida en el siglo pasado? Primero, porque el bloque de 3.0 litros fue uno de los elementos que cimentaron la fama del 300SL Gullwing –el mortalmente célebre biplaza fabricado en los años 50- y varios modelos reconocidos como leyenda lo llevaron por décadas. Más allá del romanticismo, lo cierto es que los seis cilindros en línea crean un óptimo equilibrio, que le permite al motor funcionar con mayor suavidad y menores vibraciones. BMW es una de las pocas empresas que nunca se alejaron completamente de esta curiosa configuración, pese a la creciente popularidad de otras presentaciones más compactas, como los bloques con cuatro cilindros en línea o los V6.
El propulsor del actual CLS es un gasolinero turboalimentado de 3.0 litros, que produce una potencia de 362 caballos de fuerza (hp) y un par máximo de 369 libras-pie (lb-ft) (500 Nm), y está asociado a una caja automática de nueve velocidades. El sistema EQ Boost incluye un pequeño motor eléctrico que puede contribuir con 21 hp en breves ráfagas. De acuerdo a la información proporcionada por el fabricante, el CLS450 con tracción trasera tardará 5.1 segundos en pasar de 0 a 60 millas por hora (mph) (97 kilómetros por hora, kph), en tanto que la variedad 4Matic, con motricidad en las cuatro ruedas, podrá realizar la misma tarea en 4.8 segundos. La velocidad máxima de ambas versiones, eso sí, estarán electrónicamente limitadas a 130 mph (209 kph).
Es preciso aclarar que el CLS es un automóvil de gasolina con una pizca de aporte eléctrico, no un híbrido convencional como el Toyota Prius. Por mínima que parezca, la contribución de la unidad eliminó la correa de accesorio, lo cual permite que el sistema de encendido y apagado del carro funcione más agresivamente, e incluso prescinda de la planta principal para desplazarse en ciertas circunstancias. Todo sea en pos de la economía de combustible, aunque las cifras oficiales de la EPA no estarán disponibles sino hasta que se acerque su lanzamiento.
Durante nuestro test no notamos la intervención del motor eléctrico, una situación que probablemente muchos clientes preferirán. En línea recta, el CLS450 se siente tan rápido como sugiere la estimación de la marca, pero se convierte en un estereotipado crucero de lujo en las curvas. El sistema de suspensión neumática opcional del coche de prueba no logró mantener a raya el bamboleo de la carrocería, aunque la mayor parte del tiempo el viaje fue agradable y cómodo, mientras que la dirección absorbió bien los trazos de las ruedas delanteras.
Si buscas un deportivo mediano de cuatro puertas, Mercedes tiene muchas otras opciones. Casi al mismo tiempo que el CLS450, llegará a los distribuidores el AMG CLS53, con una potenciada versión de la mezcla entre el EQ Boost y el gasolinero de 3.0 litros, capaz de desarrollar 429 hp y 384 lb-ft (521 Nm). Mercedes-AMG pronto lanzará también su GT 4-Door Coupe, agregando más deportividad a la receta del “coupé de cuatro puertas”. Si no te convencen estas alternativas, puedes ir por el sedán Mercedes-AMG E63 S, provisto de un motor V8 biturbo de 4.0 litros, que eroga 603 hp.
Al cierre de este artículo, la seguridad del CLS450 no había sido evaluada por el Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS) ni por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA).
Garantía
Mercedes-Benz ofrece una garantía de 48 meses o 50,000 millas en sus autos nuevos. Por tratarse de un un modelo completamente nuevo, que presenta un flamante pero más complejo tren de potencia, es difícil predecir su fiabilidad futura.
A pedir de boca
El ejemplar de prueba estaba equipado con una larga lista de extras. Si lo compráramos con nuestro dinero, lo primero que conservaríamos sería el sistema de sonido Burmester 3D. La suspensión neumática nos entregó gran calidad de marcha, por lo que también la incluiríamos.
El primer descarte sería para las ayudas al conductor, en particular las funciones relativas al cambio involuntario de carril y la asistencia de la dirección. Aunque se supone que estas características hacen la conducción más fácil y segura, fueron menos que útiles en la ruta, dado que sus intervenciones fueron torpes e impredecibles. Si bien puedes desactivarlas, no existe motivo para pagar por no usarlas.
Conclusión
El Mercedes-Benz CLS450 2019 es un gran producto, pero termina decepcionando al compartir segmento con otros rivales tremendamente competitivos. La mayor parte de su tecnología proviene de la clase E. Nos gustaron algunas características exclusivas del CLS, como su estilo coupé de cuatro puertas y su tren motriz de seis cilindros en línea, pero son insuficientes por sí solas para justificar la compra. Si buscas un automóvil más elegante que un sedán de cuatro puertas, Mercedes ya tiene el coupé E-Class de dos puertas. El inminente lanzamiento por parte de la compañía alemana de un segundo coupé de cuatro puertas, el AMG GT, confunde las cosas aún más. Simplemente, el CLS no brilla entre tantas estrellas de tres puntas.