K-City es parte de un esfuerzo global para llevar la tecnología de la auto-conducción avanzada a más vehículos en un marco de tiempo favorable.
Corea del Sur anunció esta semana nuevos planes para K-City, un lugar de 88 hectáreas especialmente diseñado para ser el espacio de prueba más grande del mundo para vehículos autónomos.
K-City, que abrirá este otoño, contará con una red de carreteras y cruces que darán a los ingenieros más libertad para probar su tecnología en condiciones que imiten escenarios de la vida real.
Además, K-City estará abierta a una gran cantidad de empresas tecnológicas locales, entre ellas Samsung, SK Telecom y Naver, así como fabricantes de automóviles como Hyundai y Kia Motors, permitiéndoles probar y desarrollar sus respectivas tecnologías, según informa Korea Business.
La extensa «ciudad» está actualmente en construcción y se espera que incluya autopistas, carriles sólo para autobuses, zonas de estacionamiento autónomo y otras características diseñadas para ayudar a los ingenieros a mejorar las tecnologías de conducción autónoma.
Mientras que Samsung recientemente recibió permiso para probar su propia tecnología en las vías públicas de Corea del Sur, K-City dará a los ingenieros más libertad para realizar pruebas usando diferentes escenarios de carretera, sin tener que interrumpir el tráfico «real» y sin tener que poner en riesgo a los conductores regulares.
Por supuesto, los automóviles autónomos en las vías públicas ocasionalmente entrañan algunos problemas – algunos más graves que otros – aunque a menudo los accidentes son culpa de un conductor humano.
Sin duda, instalaciones como K-City podrían ser particularmente útiles si los ingenieros están dispuestos a probar una nueva pieza de software relacionado con el automóvil antes de sacarlo a las vías públicas, mientras que Corea del Sur también señala que el sitio podría ser útil para la recogida de grandes cantidades de datos sobre la conducción y la carretera, beneficiando potencialmente a los urbanistas y a las compañías de seguros.
Además de ser una instalación vital para el desarrollo de la tecnología de conducción autónoma, K-City es una manera de poner a Corea del Sur en el mapa para las empresas competidoras de todo el mundo que quieren estar a la vanguardia del desarrollo de la plataforma y colaborar en un solo lugar.
En los Estados Unidos, el sitio de prueba más grande similar a K-City es la instalación de MCity de 32 hectáreas de la Universidad de Michigan, que es menos de la mitad del tamaño de la planta de construcción de Corea del Sur.
Pero a ambos les superará el Centro Americano para la Movilidad en el histórico Willow Run, cerca de Detroit, Michigan, en una instalación que cubrirá una superficie de 335 hectárea cuando se abra a finales de este año.