Vamos a decirlo de una vez: el Ferrari 488 GTB es el mejor superdeportivo de alto rendimiento que se puede conducir hoy en día. Digan lo que digan, y presupongan lo que presupongan algunos: es una delicia inigualable.
La creciente presión de las normas de economía de combustible y de emisiones contaminantes ha sido una verdadera pesadilla para los “puristas”, ya que esto ha significado un progresivo abandono de los grandes motores de aspiración natural en favor de motores más pequeños que se complementan con la turboalimentación.
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Utilizando la misma estructura interna que el 458 Italia, el nuevo diseño del 488 GTB se inspira algo más en el hypercar Ferrari Laferrari. Sin embargo, su figura completa fue diseñada en gran medida por Matteo Biancalana, jefe de aerodinámica de Ferrari, con el fin de aumentar la carga aerodinámica en un 50 por ciento en relación al 458 Italia. Esta forma en función del rendimiento explica algunas de las características más controvertidas del 488 GTB, como las manijas de las puertas de formas extrañas, diseñadas para dirigir el flujo de aire a las tomas de los motores.
El resultado es una forma algo agresiva, pero también menos dramática que el modelo saliente, con conductos abiertos en la parte frontal y en los lados del carro, las cuales dejan muy claras sus intenciones, todo a la vez que sirven para eliminar parte de la continuidad global en su diseño y explorar formas nuevas.
Pero sin duda el cambio más grande en relación al 458 Italia es el paso de un motor V8 atmosférico de 4.5 litros a un ocho cilindros de 3.9 litros doble turbo, el cual alcanza una potencia máxima de 660 caballos de fuerza y 560 libras-pie de torque.
Esto significa que tiene 162 libras-pie de torque y casi un centenar de caballos más que el motor de 458 Italia, y al volante su rendimiento es más que suficiente para perdonar el gemido algo más débil de su tubo de escape. Pasa de 0 a 60 millas por hora en tres segundos, alcanzando las 124 mph en unos espeluznantes 8.4 segundos, y de ahí puedes lanzarte por la autopista (si es que no hay patrullas escondidas) hasta alcanzar una velocidad máxima 205 mph. Ah, y conserva del 458 una caja de cambios de doble embrague de siete velocidades.
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En el campo de los coches deportivos de alta calidad, la competencia es realmente formidable. El McLaren 650S podrá quizá ser un poco más rápido; el Lamborghini Huracán ligeramente más complaciente, y el Porsche 911 Turbo S más asequible. Pero quizá ninguno de ellos aúna los elementos de una experiencia de conducción de alto rendimiento con tanto éxito como el Ferrari 488 GTB
Sus sonidos, sensaciones visuales y auditivas: todo está en él. Y con turbo, o sin él, la prodigiosa producción de este nuevo V8 potenciado es a la vez imponente y magistralmente bien ejecutada. Hermoso a la vista, un placer inmediato cuando se lo maneja, y un monstruo absoluto cuando se le da rienda suelta. El Ferrari 488 GTB es un rey muy digno de su corona.