Las temperaturas extremas y la descarga completa son las principales amenazas para la vida útil de las baterías de iones de litio de los vehículos eléctricos. Así lo determinó un estudio de la Universidad de Michigan coelaborado por el Centro para Sistemas Sostenibles y el Instituto de Energía.
Publicado en el Journal of Energy Storage, el trabajo se basó en la comparación de los manuales que los fabricantes entregan a los propietarios con la investigación académica, para así determinar estrategias para limitar la degradación de las fuentes de poder.
El objetivo no fue determinar qué marca o sistema son los mejores, sino examinar orientaciones y mejores prácticas. Por lo mismo, en lugar de examinar tecnologías específicas empleada por cada fabricante (como refrigeración por líquido versus refrigeración por aire), se buscaron elementos comunes, planteó Electrek.
El ejercicio descubrió que todas las empresas incluyen advertencias sobre el calor en el ambiente. Al respecto, Fiat-Chrysler (FCA) y Tesla recomiendan evitar la operación del vehículo cuando el termómetro marque 122 y 144 grados Fahrenheit (50 y 60 Celsius), respectivamente. Por su parte, Kia pide a sus clientes evitar estacionarse al sol en días calurosos.
El frío es otro inconveniente para los coches eléctricos. Nissan recomienda conectar el vehículo a la red cuando la temperatura esté por debajo de los 32° F (0° C) para activar el sistema de calefacción de la batería. La exposición a dichas condiciones puede causar “daños irreversibles” y obligar el reemplazo de la misma, alerta Mercedes-Benz. La idea es no operar el auto con menos de -13° F (-25° C).
Si bien la descarga completa no ocurre durante la operación, sí sucede al dejar el vehículo sin energía por un tiempo prolongado. “La batería puede entrar en un estado de sobredescarga debido a la lenta autodescarga que ocurre incluso cuando la batería no está funcionando”, explica Electrek. Otra sugerencia es evitar que pasen más de dos semanas con menos de 20 por ciento de energía.
Citando el estudio de la Universidad de Michigan, el medio añadió que —a diferencia del estándar de la industria— Ford, Nissan, Kia y Honda advierten que “la carga rápida puede conducir a una degradación acelerada de la batería”.