Si eres fanático de Mercedes-Benz y de su codiciada división de rendimiento AMG, sabrás que ésta cumplió 50 años en 2017. Los mejores autos Mercedes AMG celebrarán su medio siglo por todo lo alto con la llegada del increíble Project One.
Mercedes-AMG no surgió de la nada. Sus orígenes que se remontan a finales de los años sesenta, cuando aquella empresa de ingeniería especializada en la fabricación de motores de carreras evolucionó para convertirse en la división de tuning oficial de Mercedes-Benz, tal y como sucede con sus más enconados rivales, BMW M y Audi S/RS.
AMG nació en 1967 como AMG Motorenbau und Entwicklungsgesellschaft mbH (“AMG Producción y Desarrollo de Motores, Ltda.). Fue concebida por dos antiguos ingenieros de Mercedes-Benz, Hans Werner Aufrecht y Erhard Melcer. La A y la M se correlacionan con los apellidos de estos ingenieros, mientras que la G representa a Grossaspach, la ciudad natal de Aufrecht.
La mayoría de sus icónicos modelos incluyeron la producción de motores de carreras para Mercedes-Benz, pero no fue hasta 1993 cuando Mercedes-Benz y AMG incrementaron sus esfuerzos para crear vehículos modificados por AMG en la red de concesionarios de Daimler-Benz. En 1999, Mercedes-Benz compró una participación de control en AMG, incorporando oficialmente a la firma en su cartera del fabricante de automóviles.
Aquí compilamos una lista rápida con los cinco autos Mercedes AMG más icónicos de la historia, modelos que ayudaron a hacer de AMG lo que es hoy.
Mercedes-Benz 300SEL 6.3 y el «Red Pig»
El original 300SEL de 1968 no es en sí un modelo AMG, aunque puede entenderse como el punto de lanzamiento de la marca Mercedes-AMG. Es la plataforma principal que hizo posible los primeros esfuerzos de Mercedes con AMG Engineer Production and Development, Ltd. El automóvil fue concebido por el ingeniero de Mercedes, Erich Waxenberger, en 1966 como un modelo especial. La premisa fue simple: Waxenberger tomó el potente «M100» V8 de 6.3 L V8 de la ultra lujosa limusina 600 y lo puso en el SEL de Paul Bracq de la época. El resultado fue algo que nadie había visto antes, ofreciendo un rendimiento deportivo en el enorme cuerpo del último modelo insignia de Mercedes. Waxenberger trabajó después con Aufrecht para hacer que el V8 M100 de 6.3 litros pasase a 6.8 litros, posibilitando al 300SEL participar en el Campeonato Europeo de Turismos. Esto creó el famoso «Red Pig», que encabezó los esfuerzos de Mercedes a principios de los 70. La semilla para los futuros modelos de AMG estaba ya sembrada.
Mercedes-Benz 300 E AMG «Hammer»
Durante las décadas de los 70 y 80, Mercedes-Benz y AMG cambiaron su enfoque ¾ arraigado en los deportes de motor ¾ para complementar y actualizar modelos Mercedes-Benz. Algunos de estos automóviles son ahora los más solicitados en términos de capacidad. Pero hay uno que realmente destaca: basado en el sedán W124 Clase E de 1985 a 1996, el AMG «Hammer» se presentó con un V8 afinado por AMG.
Los modelos anteriores tenían un 5.6 litros, pero con las modificaciones realizadas, el poder aumentó de 230 caballos de fuerza a más de 360. El Hammer se ganó el título de ser el sedán de pasajeros más rápido del mundo en su momento. También se puso a disposición en forma de coupé y wagon, según los modelos correlativos de los Clase E. En esta época también Mercedes-Benz y AMG trabajaron en varios turismos W201 para el históricamente famoso Deutsche Tourenwagen Meistershaft (DTM, o German Touring Car Championship). La serie de victorias conseguidas llevó a BMW a idear su propio competidor, el célebre E30 M3.
Mercedes-Benz C36 AMG
El trabajo de optimización hecho por AMG impresionó tanto al fabricante de automóviles que Daimler-Benz AG firmó un contrato con AMG para que trabajaran oficialmente juntos. El acuerdo no solo ayudó a enraizar la relación oficial de Mercedes y AMG, sino que también le brindó a AMG la extensa red de concesionarios de Mercedes-Benz, permitiendo que los automóviles AMG se vendieran oficialmente con el respaldo del fabricante. Este Mercedes-Benz C36 AMG de 1995 es el primer automóvil “oficial” Mercedes-Benz AMG que se puso en venta al público. Con un mejorado M104 de seis cilindros aspirado naturalmente ¾ el cual se considera el mejor seis cilindros de Mercedes jamás fabricado¾ el desplazamiento saltó del estándar de 3.2 litros a 3.6 litros, al igual que el poder, de 221 a alrededor de 280 caballos.
Mercedes-Benz CLK GTR
El CLK GTR es quizás una de las mejores creaciones de esta divina alianza. Fabricado por Mercedes-AMG, fue concebido para participar en la nueva serie FIA GT Championship de 1997, la misma serie que dio nacimiento al McLaren F1 GTR y al Porsche 911 GT1. Con la carrocería hecha completamente de fibra de carbono, presentaba un motor M120 V12 del sedán S600 de la época. Si bien no brilló particularmente en los podios, sí logró impresionar a cualquiera que pusiera la vista sobre él. Particularmente, se encargaron 25 versiones “de calle” del CLK GTR, como parte de los requisitos de homologación de la clase FIA GT1. La serie se canceló en 1999, pero Mercedes cumplió su promesa, y como resultado, AMG fabricó estos CLK GTR “de calle” directamente en su fábrica de Affalterbach. Obtuvo el título del Libro Guinness de los Récords Mundiales como el auto de producción más caro fabricado en aquel momento, con un costo de $1,547,620 dólares. En 2017, ese dinero equivaldría a $2,324,905 dólares.
Mercedes-Benz SLS AMG
Una muestra de la evolución de todos los carros anteriores en esta lista es el Mercedes-Benz SLS AMG. Es un modelo reciente, sí, aunque eso no quita que sea uno de los mejores automóviles AMG de todos los tiempos, ya que es el primer superdeportivo desarrollado y diseñado completamente desde cero por Mercedes-AMG. Como tributo espiritual al legendario 300SL Gullwing y sucesor del Mercedes-Benz SLR McLaren, fue ensamblado principalmente a mano, con un chasis a medida y un cuerpo de aluminio producido por Magna Steyr en Austria. Los cuerpos fueron transferidos a Sindelfingen, Alemania, mientras que el M159 V8 de 6.2 litros con aspiración natural se ensambló a mano en Affalterbach. Bombea 563 caballos y 479 libras-pie de torque, con un sprint de 0 a 60 con tan sólo 3.7 segundos. Jeremy Clarkson lo ha llamado “el mejor auto del mundo” en su reseña de Top Gear.
*Actualizado el 03 de marzo de 2019 por Daniel Matus.