Rusia no solo hace noticia a nivel mundial con el medicamento Avifavir —que ha ofrecido a los países de América Latina— o con la Sputnik V, la primera vacuna contra el COVID-19 según los rusos.
Por estos días, una empresa local anunció la construcción de un pequeño automóvil eléctrico asequible para las masas, que costará $450,000 rublos, uno $6,100 dólares, informó el sitio The Next Web.
La cifra llama la atención porque es menor a la de los autos eléctricos conocidos a la fecha, incluso es más bajo que el monto de subsidio que países, como Alemania, entregan para incentivar la compra de este tipo de automóviles.
El modelo ruso se llama Zero Emission Terra Transport Asset (Zetta), será el primer vehículo totalmente eléctrico producido en serie en ese país y se espera que entre en producción a finales de 2020 en la ciudad industrial de Tolyatti, cerca del río Volga.
Según la publicación especializada Inside EVs, los motores eléctricos que moverán al Zetta estarán intalados en los ejes de sus ruedas, tal como funciona, por ejemplo, la camioneta eléctrica Lordstown Endurance, presentada en julio de 2020 en Estados Unidos.
El Zetta tendrá una velocidad máxima de 120 km/h y una capacidad de batería de entre 10 kWh y 32 kWh, lo que significa que podría viajar entre 200 km y 560 km con una sola carga, informó Automotive Logistics.
Se sabe que tendrá dimensiones pequeñas y que, además, será un automóvil muy liviano. Pesará menos de 700 kilos.
Se suponía que el Zetta entraría en producción a fines del año pasado. Sin embargo, hubo algunos retrasos y luego el coronavirus aportó lo suyo.
A principios de agosto, el Ministerio de Industria y Comercio de Rusia (a través de la agencia de noticias estatal TASS), dijo que la producción del Zetta comenzará a fines de 2020.
Como país, Rusia no está mayormente vinculado con las energías renovables. Alrededor del 16% de su PIB proviene del petróleo, del gas natural y de los metales preciosos.