El sexo en el espacio es un tema que ha despertado la curiosidad de muchas personas, pero que también plantea una serie de desafíos y riesgos. ¿Cómo se puede tener sexo en un entorno de microgravedad? ¿Qué efectos tiene la radiación cósmica sobre la reproducción humana? ¿Qué implicaciones éticas y legales tiene?
Estas son algunas de las preguntas que han intentado responder los científicos y los astronautas, aunque no hay evidencia de que se haya realizado ningún acto sexual en el espacio. Algunos factores que dificultan el sexo en el espacio son la falta de privacidad, el estrés físico y psicológico, las normas de conducta de las agencias espaciales y las posibles consecuencias médicas.
La NASA no ha realizado estudios oficiales sobre la sexualidad humana en las misiones espaciales, pero ha prohibido este tipo de actos en sus vuelos. Sin embargo, algunos expertos han señalado la importancia de abordar este aspecto para garantizar la salud física y mental de los astronautas, así como el éxito de los proyectos de exploración y colonización de otros planetas.
El sexo en el espacio plantea dificultades biológicas, por un lado, la microgravedad y la radiación podrían afectar negativamente a las funciones sexuales y reproductivas de los astronautas, así como al desarrollo de un posible feto. Por otro lado, la intimidad sexual podría generar conflictos interpersonales o violencia entre la tripulación, o comprometer el rendimiento profesional y la seguridad de la misión. Además, el sexo en el espacio requeriría de medidas especiales de higiene, privacidad y protección.
Por eso y para tomarse en serio el tema, sobre todo ahora que comenzará el turismo espacial, un grupo de científicos y médicos relacionados con el espacio de los Estados Unidos, Europa y América del Sur están comenzando a alertar sobre tener esta discusión ahora.
«Nuestro punto de partida fue un comentario desechable sobre el sexo en el espacio, pero cuando lo comprobamos, nos sorprendió que el sector no haya considerado abiertamente los riesgos y esto llevó al estudio», dijo el autor David Cullen, profesor de astrobiología y biotecnología espacial en la Universidad de Cranfield, en un comunicado de la universidad.
«Dada la importancia a largo plazo de la reproducción humana más allá de la Tierra, ya que la humanidad está tratando de convertirse en una especie multiplanetaria, debemos tomar en serio el posible primer paso, ya sea que esto sea planeado, o especialmente si no está planificado», dijo Egbert Edelbroek, coautor del informe y jefe de SpaceBorn United, una organización con sede en los Países Bajos que estudia la reproducción en el espacio.