Para conmemorar el Día Mundial del Retrete el domingo, el actual habitante de la estación espacial Andreas Mogensen ha respondido a una de las preguntas más comunes que se hacen a los astronautas: «¿Cómo se usa el baño en el espacio?».
Las condiciones de microgravedad a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS) hacen imposible el uso de un inodoro convencional en el puesto orbital. Ni siquiera quieres imaginar el desastre que crearía.
Así que los ingenieros tuvieron que idear algo que se llevara los desechos humanos a gran velocidad antes de que tuvieran la oportunidad de flotar y contaminar el medio ambiente.
«Si alguna vez te has preguntado cómo funciona ir al baño en la ISS, he hecho un pequeño video explicando el procedimiento que se necesita para ir al baño número 1 y 2 aquí arriba», dijo Mogensen en una publicación en las redes sociales compartida el domingo.
El video (arriba) muestra cómo se usa una ventosa para extraer la orina, que, por cierto, se trata antes de ser reciclada como agua potable para la tripulación de la ISS. Para los desechos sólidos, el astronauta se sienta en un pequeño artilugio que incluye carbón vegetal para evitar que se escapen los olores fuertes.
Los residuos se capturan en una bolsa que luego sella el astronauta. No se puede reutilizar para nada, por lo que se seca al vacío y se comprime en recipientes herméticos antes de ser expulsado de la estación con otros desechos, que luego se queman en la atmósfera de la Tierra.
La ISS tiene tres baños para una tripulación que generalmente está compuesta por alrededor de seis astronautas.
La Agencia Espacial Europea también publicó un par de infografías sobre el mismo tema:
El Día Mundial del Retrete es un evento respaldado por las Naciones Unidas que tiene como objetivo inspirar la acción para mejorar las condiciones entre los más de cuatro mil millones de personas que aún viven sin saneamiento gestionado de manera segura.
«Tener un inodoro que funcione en el espacio me recuerda que no todos son lo suficientemente afortunados en el mundo como para tener acceso a tal lujo o incluso a agua limpia», dijo Mogensen en su publicación.
