Los militares de Rusia que habían tomado el control de Chernóbil abandonaron el lugar por temor a la exposición a la radiactividad. Así lo sugirió Energoatom, la empresa nuclear de Ucrania, sobre la ciudad en cuya planta tuvo lugar el mayor accidente de la historia.
En una nota de prensa que citaron medios como la agencia Reuters, la compañía estatal indicó: “Se confirma la información de que los ocupantes, que tomaron la central nuclear de Chernóbil y otras instalaciones en la zona de exclusión, han partido en dos columnas hacia la frontera ucraniana con la República de Bielorrusia”.
El repliegue de las tropas había sido advertido por empleados del complejo, que se mantuvieron en sus puestos, pese a que la zona fue una de las primeras conquistadas durante las hostilidades iniciadas el 24 de febrero de 2022. El personal “siguió supervisando el almacenamiento seguro del combustible nuclear y los restos de hormigón del reactor”, puntualizó la fuente.
Sin especificar el número, Energoatom aseveró que una reducida cifra de soldados invasores permanecían al cierre de esta nota en Chernóbil, pero que también se habían retirado de la vecina Slavutych, la ciudad donde viven los trabajadores de la planta.
En un documento firmado por autoridades de ambos países, la empresa nuclear informó que “la parte rusa había aceptado formalmente devolver a Ucrania la responsabilidad de proteger Chernóbil”.
Días atrás, los mismos empleados alertaron que los militares invasores se habían expuesto a polvo radiactivo tras recorrer sin protección especial una zona altamente peligrosa, que se denomina “Bosque Rojo”. Uno de los funcionarios que hablaron con Reuters opinó que la acción era “suicida”, pues la nube tóxica levantada por los blindados —que los uniformados respiraron— les causaría severas complicaciones de salud.