La NASA puso en marcha la primera fase de un sistema que permitirá predecir erupciones volcánicas mucho antes de la detección de actividad sísmica. El instrumento se conoce como NACHOS y es una solución compacta que cabe en un nanosatélite CubeSat que puede cargarse con ambas manos.
Pero NACHOS tiene poco que ver con la famosa fritura de totopos de maíz y más bien son las siglas en inglés de Sistema de Observación Hiperespectral de Química Atmosférica Nanosat.
El sistema se basa en la detección hiperespectral de gases traza, que son pequeñísimas concentraciones de compuestos químicos en el aire. Los expertos de la NASA dicen que NACHOS será capaz de predecir erupciones volcánicas debido a que podrá detectar gases traza en áreas tan delimitadas como de 0.4 kilómetros cuadrados.
“Un volcán inactivo que acaba de despertar puede emitir SO2 (dióxido de azufre) antes de que haya actividad sísmica detectable”, explica en un comunicado Steve Love, investigador del Grupo de Detección Remota y Espacial del Laboratorio Nacional de Los Álamos, del Departamento de Energía de Estados Unidos.
El especialista destaca que, a grandes rasgos, la tarea de NACHOS será “identificar un volcán potencialmente eruptivo antes de que realmente explote”.
Si bien la tecnología de NACHOS no es del todo nueva, la NASA destaca el avance por ser una solución tecnológica con un menor costo de manutención.
“Existen excelentes instrumentos en órbita que recopilan datos sobre los gases traza atmosféricos, pero su producción y mantenimiento son costosos”, dijo Love. “Si queremos expandir nuestra capacidad científica, necesitamos una solución más rentable”, agregó.
NACHOS tiene una dimensión de 300 centímetros cúbicos y un peso de unos seis kilos, por lo que puede acoplarse en un CubeSat, un satélite de forma cúbica.
El instrumento se encuentra acoplado a la Estación Espacial Internacional dentro de la nave Cygnus, de Northrop Grumman. Se espera que NACHOS sea puesto en órbita en mayo de este año.