El caso Theranos, una de las mayores estafas de Silicon Valley, llegaría a su fin. El 3 de enero, un jurado de California declaró a Elizabeth Holmes, fundadora de la empresa, culpable de defraudar a sus inversores con millones de dólares.
Holmes fue hallada culpable de cuatro de los 11 delitos que se le imputan, entre ellos fraude electrónico y conspiración para engañar a los inversores de que su empresa contaba con una tecnología capaz de diagnosticar cientos de enfermedades, como el cáncer y la diabetes, con un simple pinchazo en el dedo y unas gotas de sangre.
Si el veredicto del jurado no es revocado en apelación, Holmes, de 37 años, se enfrenta a dos décadas de prisión. Además, tendrá que indemnizar a los inversores de su empresa.
De acuerdo con Bloomberg, el jurado, compuesto por ocho hombres y cuatro mujeres, escuchó las declaraciones de empleados de Theranos acerca del funcionamiento del laboratorio de la empresa. Según estos, se tomaban medidas ilegales para ocultar las deficiencias de los analizadores. También declararon pacientes que aseguraban haber recibido resultados inexactos de las pruebas que les causaron graves preocupaciones sobre su salud.
En su defensa ante el jurado, Holmes responsabilizó a su exsocio y exnovio Ramesh “Sunny” Balwani de todo lo sucedido alegando supuesto maltrato y abusos sexuales durante años. El fiscal dijo al jurado que el supuesto abuso no es relevante para el fraude del que se acusa a Holmes. Próximamente Balwani se enfrentará a otro juicio por su papel en Theranos.
Ahora lo ha perdido todo, pero en 2015 Holmes fue catalogada como la multimillonaria más joven del mundo que se forjó a sí misma por la revista Forbes. En el momento en el que salió a la luz la presunta estafa, la empresa estaba valorada en $9,000 millones de dólares.