El último informe acerca del cambio climático publicado por la ONU nos dejó en claro la urgencia de reducir la cantidad de dióxido de carbono que eliminamos en la atmósfera.
Una buena forma de reducir los índices de gases contaminantes es plantar árboles, lo que requiere de una gran porción de tierra disponible.
La otra es absorber el CO2 directamente desde la atmósfera, lo que se conoce como captura directa de aire o DAC.
Por estos días, Islandia acaba de inaugurar la mayor planta de DAC del mundo. Es administrada por la compañía suiza Climeworks y ha recibido el nombre de Orca.
La planta será capaz de absorber anualmente un volumen de emisiones equivalente a unos 870 vehículos y podrá incrementar en un 50 por ciento la capacidad total de DAC en el planeta, sumándose así a las plantas que ya funcionan en Europa, Canadá y Estados Unidos.
Esta planta está compuesta de ocho cajas del tamaño de un contenedor de transporte, cada una de ellas equipada con una docena de ventiladores que aspiran aire.
El CO2 se filtra, se mezcla con agua y se bombea a pozos subterráneos profundos, donde con el paso del tiempo se convertirá en piedra.
El lanzamiento de Orca se produce luego de un contrato de 10 millones de dólares que Climeworks firmó la semana pasada con el gigante de los reaseguros Swiss Re.
Pese a estos importantes esfuerzos, aún estamos lejos de los diez millones de toneladas anuales que, según la Agencia Internacional de la Energía, se necesitan para 2030.