Un nuevo estudio examina el crecimiento de microbios en el sistema de agua que consumen los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI).
Este trabajo ha sido publicado en Nature y explora cómo las poblaciones microbianas multiespecíficas afectan la seguridad del agua potable durante las misiones espaciales.
El estudio asegura que mantener estos ecosistemas microscópicos bajo control no resulta una tarea sencilla.
Por lo mismo, la NASA ha desarrollado el Sistema de Control Ambiental y Apoyo a la Vida, que elimina la necesidad de enviar un cohete con las 40 mil libras de agua que requiere la tripulación de la EEI.
Este sistema limpia las aguas residuales mediante un proceso de filtración y un proceso de oxidación catalítica, así el agua sale libre de compuestos orgánicos volátiles y microorganismos.
Lo anterior cobra relevancia porque un estudio de la Universidad Estatal de Arizona, identificó poblaciones bacterianas aisladas a lo largo del tiempo del sistema de agua a bordo de la estación.
“Los resultados de nuestro estudio pueden mejorar las evaluaciones de riesgo microbiano de los entornos construidos por el ser humano tanto en el espacio como en la Tierra”, señala la investigación.
Usando los aislados microbianos de la NASA recogidos del sistema de agua a bordo de la EEI entre 2008 y 2015, el equipo perfiló cinco fenotipos clave: resistencia a los antibióticos, metabolismo, hemólisis y estructura/composición de biopelículas de comunidades individuales o multiespecíficas.
Cualquiera de estas categorías, o una mezcla de ellas, tiene el potencial de afectar a la salud de los astronautas y al funcionamiento de los sistemas de soporte vital a bordo de la estación espacial.