El número de personas que da positivo a COVID-19 cae abruptamente en Reino Unido semanas después de que se eliminaran por completo las restricciones sanitarias, según muestran las últimas cifras diarias reportadas por el servicio de salud pública del país.
De acuerdo con las cifras compartidas por The Conversation, los casos nuevos alcanzaron un máximo de 54,674 el 17 de julio antes de caer a 23,511 el día 27 del mismo mes. Subieron levemente a 27,734 el 28 de julio, pero el promedio siguió cayendo. Este fenómeno es inédito y no solo porque nunca antes se había producido una reducción tan significativa sin confinamiento, sino porque en el país no se utilizan mascarillas ni hay distanciamiento social o límites en los aforos de lugares públicos como estadios o clubes nocturnos desde el 19 de julio (día conocido como Freedom Day).
Los expertos aún no tienen claro si esta tendencia a la baja en los contagios se mantendrá. Marc Baguelin, profesor de Epidemiología de Enfermedades Infecciosas en el Imperial College de Londres, asegura que es muy difícil explicar el por qué de una caída tan marcada en las infecciones y sobre todo que haya sucedido de manera simultánea en todas las zonas de Inglaterra.
El experto menciona que varios factores se habrían combinado para sofocar el virus: un gran número de personas se autoaislaron por la final de la Eurocopa, la gran ola de calor animó a la gente a pasar más tiempo al aire libre y los colegios están cerrados por las vacaciones de verano. Baguelin cree que el número de positivos se mantendrá relativamente bajo, al menos hasta que las escuelas vuelvan a abrir.
“Creo que tendremos una ola en septiembre, principalmente porque la población en edad escolar casi no está vacunada. Pero creo que podemos ser optimistas y es probable que estemos en el extremo inferior de las predicciones”, explica el científico.