Este jueves 1 de julio entra en vigor el certificado digital COVID-19 en todos los países que integran la Unión Europea (UE), excepto Irlanda.
Esta medida tiene como objetivo facilitar la movilidad e impulsar el turismo en la temporada de verano. De hecho, algunas naciones, como España, ya comenzaron a implementarlo.
En conferencia de prensa, Didier Reynerds, comisario de Justicia, señaló que todos los estados miembros están técnicamente listos para poner en marcha el uso del certificado, y explicó que esto no cuenta para el territorio irlandés debido al ciberataque que sufrieron en mayo.
¿Cómo funciona?
El certificado es un documento gratuito emitido por las autoridades nacionales. Así, el titular puede demostrar que ya fue vacunado contra el COVID-19 y tuvo un resultado negativo en la prueba de coronavirus, ya sea PCR o de antígenos, o bien se recuperó de la enfermedad en los últimos seis meses.
De esta manera, todos los ciudadanos de la UE, así como los no comunitarios que residan o permanezcan de manera legal en los estados miembros (con derecho a viajar a otros estados), pueden descargarlo o imprimir una copia en papel.
De acuerdo con un artículo de la BBC, el certificado funcionará mediante un código QR con una clave de firma digital única para el lugar en el que se almacena la información sobre la vacuna que se le suministró a la persona (un hospital, por ejemplo).
Así, los datos del usuario permanecen en el certificado y no se almacenan o retienen cuando se verifican en el aeropuerto.
Las autoridades encargadas también insisten en aclarar que este certificado no se trata de un documento de viaje, ya que las personas deberán seguir portando un pasaporte u otra forma de identificación para desplazarse entre los países.
Sin embargo, en un principio, quienes lleven el certificado deberían quedar exentos de las pruebas o las cuarentenas al cruzar alguna frontera internacional.