Una científica mexicana está detrás de uno de los principales hallazgos médicos en el combate al COVID-19: cómo debilitar a la proteína S (o spike), que es la que permite que el SARS-CoV-2 se adhiera al cuerpo humano.
Se trata de la física Mónica Olvera de la Cruz, quien dirige un equipo de investigación en la Universidad Northwestern.
Olvera de la Cruz descubrió una vulnerabilidad en la proteína spike, que podría abrir la puerta a un eventual tratamiento más simple para la enfermedad.
“No encontré la cura, encontré un método científico que da una dirección. Lo que hicimos fue buscar otra manera de vulnerar, de reducir la atracción entre la proteína spike y el receptor humano donde se pega el virus”, aclara la experta al portal Milenio.
Cómo funciona la vulnerabilidad
La proteína spike contiene el sitio de unión que se adhiere a las células huésped y que permite que el virus ingrese e infecte al cuerpo humano.
Los investigadores encabezados por Olvera de la Cruz descubrieron un sitio cargado positivamente (conocido como sitio de escisión polibásico), ubicado a 10 nanómetros del sitio de unión real en la proteína.
El sitio cargado positivamente permite una fuerte unión entre la proteína del virus y los receptores de células humanas cargados negativamente.
Con este descubrimiento, los investigadores diseñaron una molécula cargada negativamente para unirse al sitio de escisión. De esta forma, generan un bloque que impide que el virus se una a la célula huésped.
“Nuestro trabajo indica que bloquear este sitio de división puede actuar como un tratamiento profiláctico viable que disminuye la capacidad del virus para infectar a los humanos. Nuestros resultados explican los estudios experimentales que muestran que las mutaciones de la proteína spike del SARS-CoV-2 afectaron la transmisibilidad del virus”, explicó Olvera de la Cruz.
Compuestos por aminoácidos, los sitios de escisión polibásica del SARS-CoV-2 han permanecido esquivos desde que comenzó el brote de COVID-19. Pero investigaciones anteriores indican que estos sitios misteriosos son esenciales para la virulencia y la transmisión.
“La función del sitio de escisión polibásica sigue siendo difícil de alcanzar. Sin embargo, parece ser escindido por una enzima (furina) que abunda en los pulmones, lo que sugiere que el sitio de escisión es crucial para la entrada del virus en las células humanas», agregó Olvera.
Junto a otros investigadores de la Universidad , están desarrollando una molécula que pueda bloquear esta acción e inhibir la infección.
Múltiples reconocimientos
El trabajo de Olvera de la Cruz cuenta con múltiples reconocimientos, según su curriculum en la Universidad NorthWestern.
Olvera de la Cruz obtuvo su licenciatura de Física en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 1981, y alcanzó el grado de doctora en la Universidad de Cambridge.
Actualmente se desempeña como profesora de Ciencia e Ingeniería de Materiales en la Escuela de Ingeniería de Northwestern, centro de estudios al que se integró en 1986.
En 2020, fue elegida integrante de la Sociedad Filosófica Estadounidense 2020 y recibió el título de profesora distinguida por la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos en 2013.
Además, ha recibido los premios de Física de Polímeros 2017 por la Sociedad Estadounidense de Física; el Cozzarelli de la Academia Nacional de Ciencias, en 2007; el Presidencial a Joven Investigador 1990-95 de la Fundación Nacional de Ciencia.
Actualmente se desempeña como consejera científica de países como España y Alemania, además de dirigir el Centro de Computación y Teoría de Materiales Blancos y desempeñarse como directora adjunta del Centro de Ciencias Energéticas Bioinspiradas.