Una “doble defensa” contra el nuevo coronavirus podría ofrecer la vacuna que desarrolla la Universidad de Oxford en colaboración con el gobierno del Reino Unido y el laboratorio británico AstraZeneca.
El antídoto estimuló no solo la producción de anticuerpos, sino que también de linfocitos T, a juzgar por los análisis de la sangre tomada a voluntarios que participan de los ensayos de fase uno, según un reporte de The Daily Telegraph.
Dicha combinación «mantendrá afortunadamente a las personas seguras», señaló una fuente anónima cercana al desarrollo de la vacuna.
También conocidos como timocitos o células T, los linfocitos T son un tipo de glóbulo blanco parte del sistema inmunitario, de acuerdo con la definición del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos. “Se forman a partir de células madre en la médula ósea. Ayudan a proteger el cuerpo de las infecciones y podrían ayudar a combatir el cáncer”, agregó.
Desde el Comité de Ética de Investigación de Berkshire, organismo que validó los ensayos de la Universidad de Oxford, el presidente David Carpenter celebró los resultados.
“Trabajando con una gran compañía farmacéutica, esa vacuna podría estar ampliamente disponible en septiembre. Ese es el objetivo con el que están trabajando», manifestó.
Citado por Sky News, advirtió también que «nadie puede poner fechas definitivas, (porque) las cosas podrían salir mal”.
El mismo medio recordó que esta es solo una de las más de 100 fórmulas en desarrollo para contrarrestar el COVID-19, que al cierre de esta nota había causado más de 584,000 muertes en todo el mundo, con alrededor de 13.5 millones de personas infectadas, a juzgar por el conteo de la Universidad Johns Hopkins.
“La vacuna se basa en una versión debilitada del resfriado común que causa infecciones en los chimpancés. También contiene el material genético de la proteína espiga del SARS-CoV-2, la cepa del coronavirus que causa la enfermedad COVID-19”, agregó Sky News.